Bush modifica la ley federal que prohibía la educación diferenciada en colegios públicos
La Gaceta de los Negocios, 28-X-06
G. Sánchez de la Nieta. Madrid. La Administración Bush va ha ampliar las facultades de los consejos de distrito de las escuelas públicas para que aumenten el número de clases de educación diferenciada (para alumnos de un solo sexo), e incluso de colegios enteros. Esto supone el cambio más notable en la política educativa desde la decisiva ley federal que estableció la “no discriminación por razón de sexo” en la educación hace más de 30 años.
Después de dos años de elaboración, las nuevas reglas fueron anunciadas el pasado martes por el Departamento de Educación, y permitirán a los distritos crear escuelas y clases de educación diferenciada, donde la inscripción será voluntaria. Los distritos escolares que elijan esta opción deberán también disponer de escuelas y clases mixtas de calidad “significativamente igual”.
Esta acción federal pretende acelerar los esfuerzos de los sistemas escolares públicos para experimentar la educación diferenciada, particularmente en las escuelas concertadas.
Aumento progresivo
En EEUU, el número de escuelas públicas sólo para chicos o sólo para chicas ha aumentado desde las tres que había en 1995 hasta 241 hoy, según Leonard Sax, director ejecutivo de la Asociación Nacional para la Educación Pública Diferenciada (National Association for Single Sex Public Education). Con todo, representa un diminuto porcentaje (0,26%) en el conjunto de las 93.000 escuelas públicas del país.
El bajo porcentaje es similar al de España, donde de los 22.134 colegios, sólo cerca de 130 tienen este tipo de educación (el 1,7% de los centros privados). Sin embargo, a diferencia de EEUU, este modelo de enseñanza sólo se imparte en escuelas concertadas y privadas.
Discriminación por sexos
Mientras el Gobierno de EEUU adopta una postura de apertura hacia nuevos modelos educativos, en España hay sectores que han denunciado que la Ley Orgánica de Educación (LOE), aprobada el pasado mayo, discrimina a este tipo de educación a la hora de recibir dinero del Estado. Difícilmente pueden coexistir los dos tipos de escuela cuando la disposición adicional número 25 de la LOE recoge que, “con el fin de favorecer la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, los centros que desarrollen el principio de coeducación (mixta) en todas las etapas educativas, serán objeto de atención preferente y prioritaria en la aplicación de las previsiones recogidas en la ley”.
Al igual que la ley federal estadounidense, el artículo 84 de la LOE impide “la discriminación por razón de sexo” en la admisión. Este apartado puede considerarse como un principio de igualdad de chicos y chicas, pero también como una traba según lo interpreten cada una de las comunidades autónomas.
Según recogen los últimos estudios que analizaban los diferentes modelos pedagógicos y su repercusión en el rendimiento académico, el fracaso escolar no alcanza el 10% en los colegios que apuestan por la enseñanza diferenciada por sexos y, en buena parte de ellos, se queda en el 5%. Esta cifra contrasta con la media nacional de fracaso en nuestra enseñanza, que ronda el 30%.
Desde que, en 1985, se generalizó la educación mixta en España, no han cesado los debates sobre la conveniencia o no de mantener la escuela diferenciada por sexos. Sin embargo, diez comunidades autónomas han concedido recientemente conciertos económicos a centros de este tipo.