El pasado jueves 8 de diciembre tuvo lugar en Algorfa, un pueblo de la Vega Baja de Alicante, la bendición de dos nuevos retablos en dos capillas laterales de la parroquia. Uno de ellos está dedicado a La Inmaculada Concepción y el otro a San Josemaría.
13 de diciembre de 2005
“Esta realización forma parte de una serie de iniciativas – comentaba el párroco, don Gerardo Coronado- para mejorar la iglesia parroquial. Se están decorando además el resto de las capillas laterales, q...
El pasado jueves 8 de diciembre tuvo lugar en Algorfa, un pueblo de la Vega Baja de Alicante, la bendición de dos nuevos retablos en dos capillas laterales de la parroquia. Uno de ellos está dedicado a La Inmaculada Concepción y el otro a San Josemaría.
13 de diciembre de 2005
“Esta realización forma parte de una serie de iniciativas – comentaba el párroco, don Gerardo Coronado- para mejorar la iglesia parroquial. Se están decorando además el resto de las capillas laterales, que hasta el momento estaban vacías”.
El retablo de la Inmaculada cuenta con una preciosa talla de la Inmaculada Concepción, rodeada de ángeles, entre dos lienzos que representan la Anunciación y el Nacimiento de Jesús en Belén.
Hace dos años un grupo de parroquianos le propuso al párroco la posibilidad de dedicar uno de los altares laterales a san Josemaría, el santo de la vida cotidiana, como recordó Juan Pablo II el día de su canonización, y el artista de Oriol Bartolomé Roca se hizo cargo del proyecto.
En el retablo dedicado a san Josemaría se contemplan varios motivos pictóricos que aluden a la Santísima Trinidad, a la que el santo tenía gran devoción. En la parte superior hay tres imágenes de los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael.
El centro del retablo, presidido por una imagen de san Josemaría revestido con capa pluvial, se ven cuatro grandes lienzos que representan a la Virgen con el Niño, Asiento de la Sabiduría, y a los apóstoles san Pedro, san Pablo y san Juan. En la parte inferior del retablo, hay dos ángeles recostados que sostienen un símbolo del mundo con la cruz en el centro. Este símbolo alude a una parte esencial del mensaje del santo: en concreto, a la misión que deben llevar a cabo los cristianos en medio del mundo, poniendo a Cristo en la cumbre de todas las actividades humanas.
El párroco bendijo solemnemente los retablos al término de la Santa Eucaristía, en un acto hondamente emotivo y popular, que contó con una gran participación de fieles de la parroquia y los cantos del coro local. Estaba presente, entre las autoridades, el Alcalde de la localidad, en representación de la corporación municipal.
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