Denuncian las trampas de la reforma para que las autonomías puedan camuflar el fracaso escolar
Mar Villasante, Madrid- Los profesores de Secundaria se sienten cansados, indefensos y desanimados con el panorama que les presenta la Ley Orgánica de Educación: la vuelta a las consecuencias de la Logse. Conocedores directos de la realidad de las aulas, aseguran no entender cómo se ha hecho una ley «a espaldas del profesorado» y, específicamente, del de la etapa más crítica (la de Secun...
Denuncian las trampas de la reforma para que las autonomías puedan camuflar el fracaso escolar
Mar Villasante, Madrid- Los profesores de Secundaria se sienten cansados, indefensos y desanimados con el panorama que les presenta la Ley Orgánica de Educación: la vuelta a las consecuencias de la Logse. Conocedores directos de la realidad de las aulas, aseguran no entender cómo se ha hecho una ley «a espaldas del profesorado» y, específicamente, del de la etapa más crítica (la de Secundaria), que presenta los mayores problemas.
La Federación de Profesores de Secundaria (FPS), que hasta ahora se ha mantenido en silencio, ha decidido tomar cartas en el debate de la LOE y ha anunciado paros y movilizaciones contra la reforma educativa. Para empezar, ya preparan concentraciones durante la tramitación de la ley. Pero, además, recuerdan que cada uno de los 300.000 docentes tiene «una reunión» cada día con 150 o 200 alumnos y atienden a millones de familias a las que se proponen explicar los efectos de la LOE, según indicó el secretario de acción sindical, Eduardo Calderón.
El presidente de la federación, Honorio Vega, denunció el «cinismo absoluto» del Gobierno cuando «se le llena la boca con la enseñanza pública y luego llega a acuerdos» como el de los religiosos de la enseñanza (FERE-CECA). Y eso, con el silencio de los sindicatos «que dicen defender la enseñanza pública y ahora están callados como muertos». «Es impresentable, tendremos peores resultados que hoy, habremos condenado a otras generaciones a la ignorancia absoluta», se lamentó.
El secretario general de la FPS, Antonio Gimeno, anunció que pedirán que la ley sea retirada y que se empiece a trabajar en un texto consensuado. Tras destacar el «ridículo internacional» de los permanentes cambios legislativos, se refirió a los dos pilares esenciales de un buen sistema educativo: que los alumnos sólo pasen de curso cuando estén preparados y que se ofrezcan caminos diferentes para que cada estudiante pueda tener éxito.
Además de llamar la atención sobre el «disparate» de que la LOE recoja el derecho de los alumnos a no ir a clase con el único requisito de avisar con tiempo al director, Gimeno criticó que la nueva legislación convertirá en «dioses» las juntas de evaluación, que podrán poner las notas que crean convenientes independientemente del profesor de la materia, con todos los alumnos y asignaturas que quiera. Una forma sencilla, ironizó, de acabar con el fracaso escolar y de «ventilar» a los alumnos conflictivos. Esto, a juicio de la federación, supone «prostituir» la Educación Secundaria, porque las autonomías podrán camuflar los malos resultados y, a cambio, a los docentes que acepten este juego se les ofrecerá estabilidad laboral.
Después de recordar los desastres de la Logse, el secretario general de la FPS se preguntó si «se insiste en seguir ese modelo educativo porque mejorará la sociedad o porque se quiere llegar a una sociedad más fácil de manipular». «La LOE -prosiguió- no es una ley que haya hecho un ministerio con ganas de mejorar la enseñanza, es un parcheo a cambio de tener el poder a cualquier precio».
«A los profesores nos han dejado sin voz», se quejó la presidenta de la Asociación de Catedráticos de Institutos de Enseñanza Secundaria, Pilar Cavero, quien citó algunas de las reclamaciones que ha venido haciendo este colectivo: programas de diversificación a partir de los 14 años, que los alumnos de 16 años estuvieran preparados para salir al mercado laboral, una prueba externa al final del Bachillerato o una mejor preparación del profesorado. La Ley de Calidad del PP, recordó, recogía algunas de estas demandas, pero se ha vuelto a una ley «que nos llevó al desastre». «Una sociedad se suicida si su sistema educativo es tan desastroso como el que tenemos», dijo Cavero, quien, tras alertar de que muchos profesores han tirado la toalla «con depresiones y enfermedades agudas por lo que se han visto obligados a vivir día a día», pidió «a quien venga que libre a la sociedad de esta pesadilla».
http://www.larazon.es/noticias/noti_soc93100.htm