El Señor resucitado, presente en el altar, se ofrece a Dios Padre, con toda la Iglesia, bajo las apariencias del pan y del vino, es decir, bajo los signos de un alimento y de una bebida.
El Cuerpo eucarístico de Cristo y su Sangre están realmente destinados a ser recibidos por los cristianos como comida y bebida espirituales.
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Introducción a la serie sobre “Perdón, la reconciliación y la Justicia Restaurativa” |
San Josemaría, maestro de perdón (2ª parte) |
San Josemaría, maestro de perdón (1ª parte) |
Aprender a perdonar |
Verdad y libertad |
El Magisterio Pontificio sobre el Rosario y la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae |
El marco moral y el sentido del amor humano |
¿Qué es la Justicia Restaurativa? |
“Combate, cercanía, misión” (6): «Más grande que tu corazón»: Contrición y reconciliación |
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Combate, cercanía, misión (4) «No entristezcáis al Espíritu Santo» La tibieza |
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