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Título original: About time. Dirección y guion: Richard Curtis. País: Reino Unido. Año: 2013. Duración: 123 min. Género: Comedia dramática, ciencia-ficción, romance. Interpretación: Rachel McAdams (Mary), Domhnall Gleeson (Tim), Bill Nighy (padre de Tim), Tom Hollander (Harry), Lindsay Duncan (madre), Margot Robbie (Charlotte), Lydia Wilson (Kit Kat), Tom Hughes (Jimmy), Vanessa Kirby (Joanna), Will Merrick (Jay). Producción: Tim Bevan y Eric Fellner. Música: Nick Laird-Clowes. Fotografía: John Guleserian. Montaje: Mark Day. Diseño de producción: John Paul Kelly. Vestuario: Verity Hawkes. Distribuidora: Universal Pictures International Spain. Estreno en Reino Unido: 4 Septiembre 2013. Estreno en España: 18 Octubre 2013.
Reseña:
Rebobinando la vida
A los 21 años, Tim Lake descubre que puede viajar en el tiempo. Su padre le cuenta que todos los hombres de su familia han tenido desde siempre ese don, así que decide que su mundo será mejor… y que tendrá novia. Después de trasladarse a Londres para trabajar en un bufete de abogados, acaba conociendo a la preciosa e insegura Mary. Pero según avanza su curiosa vida, Tim descubre que ese don tan especial no puede protegerle de las tristezas ni de los altibajos que afectan a cualquier familia. Incluso viajar en el tiempo tiene limitaciones y puede ser peligroso.
A los espectadores les vendrán a la mente inmediatamente títulos como Regreso al futuro y sobre todo Atrapado en el tiempo, con cuya trama tiene muchas similitudes, salvo porque aquí el protagonista puede elegir a qué punto de toda su existencia quiere regresar, y no sólo vuelve a revivir el mismo día. Paradójicamente, Una cuestión de tiempo no proporciona una sensación de déjà-vu, sino que logra cierta frescura.
Rachel McAdams (To the Wonder, Sherlock Holmes), que realiza una interpretación muy espontánea, es quizá el nombre con más tirón internacional del reparto, pues tiene a su lado a Domhall Gleeson, un actor que sorprende y logra cargar con la mayor parte del metraje. Brilla especialmente Bill Nighy muy humano en su papel de progenitor.
A diferencia de lo que ocurría en casi todos los trabajos anteriores de Richard Curtis, esta vez el británico no se limita a las risas o los buenos sentimientos, sino que pretende mostrarse algo más reflexivo, en torno a temas sobre el aprovechamiento del tiempo, la importancia de preocuparse por los demás y la necesidad de afrontar antes o después las grandes tragedias de la vida, por muchas triquiñuelas que se pongan en práctica para postergarlas. Estamos ante una comedia entretenida de sobremesa con altibajos (Decine 21 / Almudí JD) LEER MÁS