Ultimátum a la Tierra

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Reseña:

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Dirección: Scott Derrickson
Intérpretes: Jennifer Connelly, Keanu Reeves, Jon Hamm, Kathy Bates, John Cleese, Jaden Smith.
Guión: David Scarpa
Música: Tyler Bates
Distribuye en Cine: Fox
Duración: 103 min.
Género: Ciencia ficción

¡Klaatu barada nikto! 

    No es fácil sintetizar en pocas líneas el cine de ciencia-ficción. Pero hay unas cuantas películas emblemáticas, que han supuesto cimas del género y lo han impulsado hacia nuevos ámbitos. 

    En esa lista podrían estar Viaje a la luna, Metrópolis, Planeta prohibido, Fah- renheit 451, 2001. Una odisea en el espacio, El planeta de los simios, Solaris, Tron, Atmósfera cero, La guerra de las galaxias, Encuentros en la tercera fase, Regreso al futuro, E.T. El extraterrestre, Blade Runner, Alien, el octavo pasajero, Gattaca, Terminator, Matrix, Titán A.E., Minority Report, A.I. Inteligencia artificial, Hijos de los hombres… 

    Y, desde luego, estaría Ultimátum a la tierra, que dirigió Robert Wise en 1951. Se estrena ahora un discreto remake de esa película, ambientado en la actualidad y dirigido por Scott Derrickson (El exorcismo de Emily Rose).

Violento pacifismo 

    Misteriosas bolas luminosas, procedentes del espacio, aterrizan en lugares famosos de todo el mundo. En el neoyorquino Central Park aterriza la bola más grande, de la que sale un inmenso robot, indestructible y letal, que ejerce como guardaespaldas de un extraterrestre con aspecto humano, al que el ejército hiere gravemente. 

    Del hospital al que lo llevan, el alienígena escapa con la ayuda de Helen Benson, una prestigiosa científica viuda, a la que acompaña Jacob, su pequeño hijastro. 

    Pronto, la doctora descubre que el misterioso personaje se llama Klaatu, que su robot protector se llama Gort y que están en la Tierra para evitar que sea destruida por los seres humanos. De modo que, si los principales líderes mundiales no le hacen caso, y mantienen sus actitudes belicistas y antiecológicas, activará un impresionante mecanismo de eliminación de la especie humana y de conservación de las demás. 

    Este remake mantiene el sencillo pacifismo de la película de Robert Wise, y su idealista defensa de la dignidad humana, su trascendencia y su capacidad de rectificación y superación. También aletea en ella el tono ingenuo de la serie B, que impregnaba a su predecesora. 

    El problema es que el guión esquematiza demasiado los conflictos dramáticos y morales de los personajes y, por tanto, deja sin alma a las interpretaciones de Keanu Reeves y Jennifer Connelly, ambos excesivamente fríos, a pesar del carácter mesiánico del inexpresivo personaje de él y de las muchas posibilidades dramáticas del personaje de ella. Sólo el niño Jaden Smith —hijo de Will Smith y Jada Pinkett Smith— arranca algún momento de emoción verdadera. 

    Además, Scott Derrickson, aunque se luce en las potentes secuencias de acción con efectos digitales, no acaba de integrarlas bien con los homenajes, mucho más pedestres, a la película de Robert Wise y, en general, al gran cine de ciencia-ficción de serie B de los años 50. De modo que la película, aunque quizá guste a los incondicionales del género, defraudará al que busque algo más que entretenimiento sin sobresaltos. 
    
    Panfletillo ecologista de corte materialista. Entretenida pero no muy buena.(La Gaceta JJM / Almudí GGV / TJ)