País: EE.UU./Dinamarca Director: Bille August Guión: Neal Purvis, Robert Wade Fotografía: Dirk Brüel Montaje: John Scott Música: Harry Gregson-Williams Intérpretes: Connie Nielsen, Kelly Preston, Aidan Quinn, Mark Holton, Timothy Daly Distribuidora: New World
No le falta experiencia al veterano director danés Bille August (Brede, 1948). Entre una amplísima producción, y por sólo citar unos cuantos "detalles", ha ganado un Oscar por Pelle el Conquistador, ha llevado a la pantalla un sólido guión autobiográfico de Ingmar Bergman en Las mejores intenciones y ha realizado una de las mejores adaptaciones de Los miserables, de Víctor Hugo. En todas ellas, dibujó con buen pulso personajes de una gran hondura moral.
También ha habido, en su larga carrera, algunos tropiezos. Quizás uno de los más sonados fue Smila, una supuesta historia de acción y misterio de muy baja calidad. Quizás es que August, aun firmando algunos productos comerciales, es más un autor que un director de películas de género.
Sin embargo, Sentencia de muerte es una película de género, o casi de subgénero; es un thriller judicial con el corredor de la muerte como telón de fondo. Charlotte Cory es una mujer acusada de asesinar a una niña de dos años. Mientras permanece en prisión, mantiene una relación epistolar con un abogado en horas bajas, Frank Nitzche. Cuando se confirma la sentencia de muerte, Frank -que se ha enamorado de Charlotte- intenta por todos los medios descubrir la verdad del caso y detener la ejecución.
August -que suele ser un director bastante lento y, quizás por eso, no muy fino en el suspense- consigue un buen ritmo narrativo, dosifica bien la información -con algún pequeño truco, todo hay que decirlo- y mantiene la intriga durante toda la película. A este nivel, y con la ayuda de una realización muy clásica pero también muy cuidada, la película funciona.
Donde no acaba de convencer -sorprendentemente- Sentencia de muerte es en el aspecto psicológico. Los conflictos de los personajes protagonistas están apenas esbozados y sus actuaciones no son excesivamente coherentes. En este sentido, uno de los ejes fundamentales de la trama -el romance entre la presa y el abogado- no termina de convencer. No creo que sea problema de interpretación -no lo hacen mal-, sino de falta de caracterización en el guión que, preocupado por "cerrar" el suspense, deja muchas cuestiones abiertas sobre los personajes.
En definitiva, una curiosa película en la que August atina donde suele fallar, y acierta donde otras veces ha fracasado.
Algunas conversaciones subidas de tono. Se aconseja saltarse dos escenas: 34-35.10 (min) y 56.10-58 (min) (Filasiete JQ-JP))
