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Reseña:
Maestro de la guitarra
Cuidado documental que narra la trayectoria musical de Paco de Lucía (1947-2014), uno de los mejores guitarristas españoles de todos los tiempos. Nacido en Algeciras, de padre guitarrista, desde muy pronto Paco demostró ser un niño prodigio con la guitarra, hasta el punto de que, junto con su hermano, cantaor, marcho con 16 años a una gira por Nueva York.
Desde ese momento, su figura como guitarrista flamenco fue creciendo exponencialmente, amparado por maestros del instrumento, como Niño Ricardo o Sabicas, sus inspiradores. Grabó su primer disco en solitario –“La fabulosa guitarra de Paco de Lucía”– en 1967. Por esa época conoció a Camarón de la Isla, a quien ayudó en su carrera y con quien colaboró en sus primeros discos.
Poco a poco la guitarra de Paco de Lucía empezó a ser conocida más allá del mundo del flamenco y en especial consiguió un éxito sin precedentes con su tema “Entre dos aguas”. A lo largo de carrera trabajó con numerosos artistas nacionales e internacionales (John McLaughlin, Al Di Meola, Chick Corea, Jorge Pardo, etc.). Y aunque los puristas del flamenco rechazaron seriamente los flirteos de Paco con otras disciplinas artísticas (con el jazz sobre todo), lo cierto es que fue un gran embajador del flamenco en España y en el ámbito internacional.
El director Francisco Sánchez Varela hace una panorámica de la trayectoria del artista, desde sus primeros años hasta su inesperada muerte de un ataque al corazón. Recoge mucho material histórico: fotografías, grabaciones, entrevistas antiguas, conciertos, etc., en donde Paco de Lucía es casi siempre el protagonista. Especial interés tienen, claro, las declaraciones donde él mismo cuenta sus recuerdos –su relación con Camarón, por ejemplo– y habla con el corazón en la mano sobre su música. Estamos ante un documental clásico, visualmente poco llamativo, bien narrado cronológicamente y con momentos musicales excepcionales, en donde es imposible no disfrutar del sonido de la guitarra.
Paco de Lucía: La búsqueda se centra casi exclusivamente en el aspecto musical. No se dice nada de la vida privada de Paco de Lucía, de sus amores, de sus hijos, de su visión de la vida. Su personalidad aparece demasiado en penumbra. Quizá esto hace que el conjunto quede cojo, porque una figura como la del guitarrista gaditano demandaba profundizar más en la persona y en su mundo interior, al margen de que su leyenda se haya forjado con una guitarra.
Tan sólo hay un momento, ejemplar por lo demás, en donde Paco habla de algo que no es la música y en donde se descubre la franqueza y la contundencia de su carácter. Cuando le preguntan si políticamente es de izquierdas responde: “Fui de izquierdas hasta que gané mis dos primeros millones de pesetas. Cuando no repartí el dinero entre los pobres ni lo envié a África dejé de decir que era de izquierdas”. Decine21 / Almudí JD. LEER MÁS