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Dirección: Scott Waugh. País: USA. Año:2014. Duración: 132 min. Género: Acción. Interpretación: Aaron Paul (Tobey Marshall), Dominic Cooper (Dino Brewster), Imogen Poots (Julia Maddon), Michael Keaton (Monarch), Rami Malek (Finn), Scott Mescudi (Benny), Harrison Gilbertson (Pequeño Pete), Dakota Johnson (Anita), Ramon Rodriguez (Joe Peck).Guion: George Gatins; basado en un argumento de George Gatins y John Gatins; basado a su vez en el videojuego creado por Electronic Arts. Producción: John Gatins, Patrick O’Brien y Mark Sourian. Música: Nathan Furst. Fotografía: Shane Hurlbut. Montaje: Paul Rubell y Scott Waugh. Diseño de producción: Jon Hutman. Vestuario: Ellen Mirojnick. Distribuidora: DeAPlaneta. Estreno en USA: 14 Marzo 2014. Estreno en España: 4 Abril 2014.
Reseña:
Tobey Marshall (Aaron Paul) es un mecánico estadounidense que pilota coches clásicos de gran cilindrada —los llamados “muscle cars”— en un ilegal circuito de carreras callejero. Necesitado de medios para mantener a flote su taller familiar, acepta a regañadientes asociarse con el adinerado y arrogante Dino Brewster (Dominic Cooper), ex piloto de NASCAR. Pero justo cuando está a punto de salvar su taller, mediante un gran trato con la vendedora de automóviles Julia Bonet (Imogen Poots), una desastrosa carrera permite a Dino meter a Tobey en la cárcel por un crimen que no ha cometido, lo que deja a Brewster libre para ampliar sus negocios hacia el Oeste. Dos años más tarde, Tobey sale de la cárcel dispuesto a vengarse.
Dirigida con cierto vigor por el documentalista y doble de acción Scott Waugh (“Acto de valor”), esta primera versión fílmica de los videojuegos homónimos pretende seguir los pasos de la exitosa saga “Fast & Furious”. Al igual que ella, ofrece aparatosas secuencias de carreras —algunas muy espectaculares— y una leve trama dramática, centrada esta vez en una venganza. La película se deja ver, pero los conflictos de los personajes resultan tópicos y superficiales, de modo que los actores, aunque se esfuerzan, casi nunca logran liberarlos de su condición de arquetipos. Por lo menos, no carga demasiado la mano en la violencia y el sexo. De modo que sirve para pasar el rato sin demasiados sobresaltos.(Cope J. J. M.)
