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Destino: Woodstock

Destino: Woodstock

Taking Woodstock
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Desaconsejable
  • Año: 2010
  • Dirección: Ang Lee
Contenidos X (varias imágenes), F (droga, erotismo, prácticas homosexuales)

Reseña:

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Dirección: Ang Lee
Intérpretes: Demetri Martin, Dan Fogler, Henry Goodman, Jonathan Groff, Eugene Levy, Jeffrey Dean Morgan, Imelda Staunton, Paul Dano, Kelli Garner, Mamie Gummer, Liev Schreiber, Emile Hirsch
Argumento: Elliot Tiber (libro), Tom Monte (libro)
Guión: James Schamus
Música: Danny Elfman
Fotografía: Eric Gautier
Distribuye en Cine: Universal
Duración: 110 min.
Género: Comedia, Drama

Festival mítico 

    El Festival de Woodstock, celebrado los días 15, 16 y 17 de agosto de 1969 en White Lake, estado de Nueva York, "tres días de paz y música" que congregaron a más de medio millón de jóvenes, más los que se quedaron en el camino, se ha convertido en icono de una época política convulsa, en que Estados Unidos perdió definitivamente su inocencia y en que el movimiento hippy preconizaba aquello de "haz el amor, y no la guerra", un deseo despreocupado e ingenuo de alcanzar cierto estado de "nirvana", difícil de tener luego una encarnación en el mundo real. 

    El taiwanés Ang Lee, con la colaboración de su guionista habitual James Schamus, sitúa Destino: Woodstock en ese contexto, aunque su punto de vista es el del joven Elliot Tiber, cuya intervención fue tan decisiva como inesperada para que pudiera tener lugar el evento. 

    En efecto, las autoridades de la cercana localidad donde se iba a celebrar retiraron el permiso, y Tiber, presidente de la Cámara de Comercio de su pueblo, aprovechó la ocasión de contar con la aprobación de un evento de esa categoría, pero de diminutas dimensiones, para ofrecer el lugar a los promotores del Festival. 

    La idea era ayudar a sacar adelante el cutre motel regentado por sus padres, pero las repercusiones serán mucho mayores, no sólo en lo que se refiere al histórico concierto, sino a las vidas personales de hijo y progenitores.

Lee y Schamus intentan algo harto difícil, y no les sale del todo, pese al empaque de su producción. Pueden justificarse señalando que ellos sólo cuentan una pequeña parte de la historia, pero se esperaba una radiografía más perfecta de lo que fue Woodstock. Su visión resulta demasiado idílica y parcial, la de quien añora un espíritu que sería necesario recuperar, sin admitir su falta de sustancia. 

    La define bastante bien la metáfora de la llegada del hombre a la Luna, acontecida un mes antes de celebrarse el Festival, y que viene a hablar de seres que se adentran en territorio desconocido, que hollan por primera vez, una aventura cuya influencia posterior en sus vidas es difícil de vaticinar; por otro lado, también existe otra lectura, la del modo de decir popular "estar en la Luna", o sea, no enterarse. 

    Y en efecto, ver a esos ríos de jóvenes en busca de algo, que no saben lo que es, búsqueda que les lleva a la desinhibición sexual, a revolcarse en el barro o a la experimentación con alucinógenos, parece apuntar a un desnortamiento vital. 

    En realidad el film cuenta con un personaje principalísimo, Tiber -en un libro escrito por él se basa la película-, se nos ofrece su mirada, la del 'descubridor', parecida a la del protagonista de Casi famosos de Cameron Crowe. 

    Lo encarna con acierto el desconocido Demetri Martin, aunque Lee y Schamus hacen algo de trampa al ofrecernos su evolución, especialmente en el descubrimiento de su homosexualidad -tema recurrente en la filmografía de Lee-, que en la realidad ya conocía previamente. A los padres, aunque tengan rasgos esquemáticos, les insuflan poderosa vida Henry Goodman e Imelda Staunton. 

    En cuanto a los demás, no es exagerado decir que son meros comparsas, desde el tronado veterano de Vietnam encarnado por Emile Hirsch al ex marine travestido de Liev Schreiber, pasando por el jefe de la compañía teatral vanguardista Dan Fogler, o al productor musical de Jonathan Groff. 

    Envuelve el conjunto, como es de suponer, la música que jugó papel principal en el Festival -aunque no tanto como en Woodstock, el célebre documental de Michael Wadleigh oscarizado de 1970-, pero también la banda sonora original, muy acertada, de Danny Elfman (Decine21 / Almudí JD-AC)