películas
Che, guerrilla

Che, guerrilla

Che: Part Two
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2009
  • Dirección: Steven Soderbergh
Contenidos V (algunas imágenes) F(se omite en todo momento la referencia a su pensamiento revolucionario marxista y comunista, clave para entender su revolución)

Reseña:

Para leer la crítica de Decine21 haced clic
aquí

Dirección: Steven Soderbergh
Intérpretes: Benicio del Toro, Demián Bichir, Rodrigo Santoro, Catalina Sandino Moreno, María D. Sosa, Franka Potente, Joaquim de Almeida, Lou Diamond Phillips, Carlos Bardem, Antonio de la Torre, Eduard Fernández, Óscar Jaenada, Jordi Mollà, Matt Damon.
Guión: Peter Buchman, Benjamin A. van der Veen
Música: Alberto Iglesias
Fotografía: Steven Soderbergh
Distribuye en Cine: Fox
Duración: 131 min.
Género: Biográfico, Histórico

Los últimos días 

    Continuación de “Che: El argentino”, “Che: Guerrilla” arranca con el Che en lo más alto de su popularidad y poder tras la revolución cubana, cuando pronuncia un vehemente discurso en las Naciones Unidas, reafirmando su compromiso con la lucha del Tercer Mundo contra el imperialismo de los EE.UU. Más que un soldado, el Che es una glamurosa figura de nivel mundial. 

    De repente, desaparece sin dejar rastro. ¿Por qué se ha ido de Cuba? ¿Adónde ha ido? ¿Acaso sigue con vida? El Che reaparece de incógnito en Bolivia, irreconocible y realizando operaciones encubiertas. Organiza un pequeño grupo de camaradas cubanos y reclutas bolivianos para comenzar la Gran Revolución Latinoamericana.  Guevara entra en Bolivia, gobernada por la dictadura del general Barrientos, y se instala con un grupo de guerrilleros al sudeste del país, donde intentará recabar el apoyo de los campesinos, cara a derrocar al gobierno. 

    Steven Soderbergh cierra su díptico sobre Ernesto 'Che' Guevara, con esta cinta centrada por completo en su campaña en Bolivia. Se basa en el libro 'Diario de Bolivia', compuesto por los apuntes que tomaba el Che para dejar constancia de sus experiencias y reflexiones cotidianas. Esto explica que se ofrezca únicamente su punto de vista, por lo que el film es bastante hagiográfico, y sigue la línea de omitir posibles aspectos negativos del protagonista. 

    Subraya Soderbergh en esta entrega que se trataba de un hombre coherente con sus ideas, que abandonó Cuba e inició otra revolución, en lugar de instalarse cómodamente en el poder, y convertirse en un dictador, como hizo Castro. También se muestra a Guevara como un hombre vitalista y extremadamente positivo, que confió hasta el final en que su lucha sirviera para poner fin a las injusticias, aunque fracasara. 

    Se parece demasiado este film al anterior, en su descripción minuciosa de la vida en la jungla del líder guerrillero y sus hombres, la búsqueda de campesinos que les apoyen, las ocasiones en las que Guevara ejerce de médico, etc. Muchas de ellas resultan reiterativas, lo que ralentiza el metraje. Benicio del Toro se supera a sí mismo mostrando una evolución del personaje, que ya no es un guerrillero anónimo, pues se ha convertido en un mito tras su discurso en la ONU. 

    Le acompañan una cuidadísima selección de actores internacionales, como la alemana Franka Potente -sorprendente la guerrillera argentina Tania- y el portugués Joaquim de Almeida -Barrientos-. El reparto está integrado también por una cuidadísima selección de actores hispanohablantes, integrada por el cubano Jorge Perugorría, el argentino Gastón Pauls, el mexicano Demián Bichir (cuyo Fidel Castro aquí apenas aparece) y los españoles Óscar Jaenada, Eduard Fernández, Jordi Mollà, y los fugaces Raúl Arévalo y Antonio de la Torre, a los que hay que esforzarse para poder verlos. 

    Las interpretaciones son muy naturales, con diálogos que parecen improvisados, a veces entrecortados. Esto refuerza el realismo visual, ya que la cinta ha sido rodada casi toda con luz natural en exteriores, como Che, el argentino, aunque esta vez la seca vegetación de Bolivia contrasta con la espesa selva de Cuba que predominaba en aquella. 

    Como en el caso anterior, no hay juicios de valor sobre el Che, no hay ideología, ni siquiera una explicación de sus actos. El Che se nos presenta como un líder carismático, humanista e integérrimo, un hombre con una voluntad de hierro puesta al servicio de una ideología supuestamente liberadora. 

    Conviene no olvidar que el Che Guevara desarrolló una serie de ideas y conceptos que se han conocido como "guevarismo". Su pensamiento tomaba el antiimperialismo, el marxismo y el comunismo como elementos de base, pero con reflexiones sobre la forma de realizar una revolución y crear una sociedad socialista que le dieron identidad propia. 

    Guevara otorgaba un papel fundamental a la lucha armada. A partir de su propia experiencia desarrolló toda una teoría sobre la guerrilla que ha sido definida como foquismo. Para él, cuando en un país existían "condiciones objetivas" para una revolución, un pequeño "foco" guerrillero podía crear las "condiciones subjetivas" y desencadenar un alzamiento general de la población. La película lo presenta como el paradigma del honrado líder revolucionario, nada más lejano de la realidad. (Decine21 / Almudí)