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Bajo un manto de estrellas
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Bajo un manto de estrellas

Bajo un manto de estrellas
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Adecuada
  • Año: 2014
  • Dirección: Óscar Parra de Carrizosa

Contenidos: Imágenes (varias V)

Dirección: Óscar Parra de Carrizosa. País:EspañaAño: 2013. Duración: 91 min. Género: DramahistóricoInterpretación: Manuel Aguilar, Zack Molina, Sergio Raboso, Antonio Esquinas, Juan Salcedo, Víctor Merchán, José Antonio Ortas, Pablo Pinedo. Guion: Óscar Parra de Carrizosa y Gema G. Regal.Producción: Gema G. Regal y Daniel Sánchez Pineda. Música: Raúl Grillo.Fotografía: Diego Silva Acevedo. Montaje: Óscar Parra de Carrizosa. Vestuario: Modesta Pérez. Distribuidora: Proyecfilm. Estreno en España: 14 Febrero 2014.

Reseña:

   Hace ocho meses se estrenaba “Un Dios prohibido”, del salmantino Pablo Moreno, notable recreación de la recta final de los claretianos, el obispo y los laicos martirizados en Barbastro en agosto de 1936. Tras la modesta pero exitosa carrera comercial de esa película, se estrena ahora “Bajo un manto de estrellas”, del madrileño Óscar Parra de Carrizosa (“Uno de vosotros me traicionará”, “Abrázame”, “No quiero ser recuerdo”, “El expediente Belchite”), también centrada en la sangrienta persecución religiosa —más de 10.000 asesinados por su fe— que se desencadenó en el bando republicano durante la Guerra Civil española. Concretamente, relata el martirio de los 27 sacerdotes, estudiantes, hermanos cooperadores y novicios, algunos casi adolescentes, del convento de la Asunción —también llamado de las Calatravas—, sede de la casa de estudios mayores, el noviciado y la escuela apostólica de humanidades de los dominicos de Almagro (Ciudad Real).

   El 21 de julio de 1936, sólo tres días después del levantamiento del ejército de África, varios miembros del Ateneo Libertario del pueblo quemaron la iglesia de la Madre de Dios y comenzaron a inspeccionar, acosar y maltratar a los dominicos. Aunque el alcalde socialista Daniel García Pozo intentó protegerlos o sacarlos del pueblo con salvoconductos —tras quedarse con los fondos económicos del convento—, finalmente fueron detenidos el 25 de julio por los anarquistas bajo absurdas acusaciones de posesión de armas y complot contra la República. 

   Tras varios días encarcelados en una casa particular, tres de ellos fueron fusilados el 31 de julio en la estación de Miguelturra durante su supuesto traslado a Ciudad Real, y otros tres fueron asesinados el 8 de agosto en el cementerio de Manzanares, después de ser castrados por una mujer. Los menores de veinte años fueron enviados a Madrid, donde también fueron asesinados, más tarde, en Paracuellos del Jarama. La noche del 13 al 14 de agosto los catorce restantes fueron fusilados en El Picado, un descampado a dos kilómetros de Almagro. Cuatro de ellos ya han sido beatificados, y el proceso de los demás está muy avanzado.

   “Bajo un manto de estrellas” tiene una estructura similar a la de “Un Dios prohibido” y, como ella, se basa en una rigurosa documentación histórica. En concreto, ha contado con el asesoramiento del sacerdote diocesano Jorge López Teulón, el padre José Antonio Martínez Puche O.P. y el padre Vito Gómez O.P., Postulador de la Causa de los dominicos en Roma. El filme de Óscar Parra de Carrizosa también toma como puntos de referencia fílmicos “De dioses y hombres”, del francés Xavier Beauvois, y “Encontrarás dragones”, del inglés Roland Joffé. De modo que deja a un lado el análisis político de la Guerra Civil, huye del revanchismo, matiza bastante a los personajes republicanos y subraya sobre todo el heroico testimonio de fe, amor de Dios y perdón de los dominicos asesinados. 

   En este sentido, destacan los personajes del Maestro de Novicios Pedro López (Sergio Raboso) —que desarrolla una profunda reflexión teológica sobre el martirio cristiano— y del anarquista Luisito —muy bien interpretado por el vallisoletano Kiko Gutiérrez—, que se opone a la matanza. El resto de los personajes, aunque tienen sus momentos emotivos o salvajes, están sólo esbozados, y alguno desentona un poco por su excesivo tono melodramático, como el llorón Hermano Mateo de Prado, interpretado por Antonio Meléndez Peso. Por el contrario, saben a poco las apariciones del Hermano Arsenio de la Viuda, el cocinero del convento, interpretado por Pablo Pinedo, que podría haber oxigenado la trágica historia con algunas gotas más de humor costumbrista.

    Esta cierta irregularidad narrativa e interpretativa se compensa en parte con la fluida puesta en escena de Óscar Parra de Carrizosa, que saca partido a los bellos escenarios reales en los que ha rodado y a los modestos pero eficaces efectos especiales, especialmente al del interior de la quemada parroquia de la Madre de Dios. También ayuda la sugerente banda sonora de Raúl Grillo. Queda así una apreciable película “low cost” —como las denomina Enrique González Macho, el Presidente de la Academia de Cine—, con meritorios esfuerzos formales y de fondo, y que ofrece otro valioso testimonio histórico y espiritual sobre unos hechos a la vez lamentables —por el fundamentalismo ateo de los verdugos— y admirables —por el conmovedor testimonio de fe de las víctimas—, habitualmente obviados por la filmografía sobre la Guerra Civil española. “No han pasado tantos años desde que sucedieron estos hechos —ha señalado Óscar Parra de Carrizosa—, y llama la atención que hubiera gente capaz de morir por amor a Dios. Hoy, cuando todo el mundo pierde la cabeza por un móvil de última generación, atrae la fuerza de estos hombres, muchos de ellos casi adolescentes, que prefirieron morir antes que renegar de su fe, que se dejaron matar y morían perdonando. Eso es lo que queremos mostrar en esta película”. Y eso es lo que muestran.(Cope J. J. M.) (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS