El mensaje del Papa Francisco en ocasión de la Jornada Mundial de las comunicaciones sociales trasuda amor a la familia y trasuda conocimiento experiencial de un tipo de comunicación muy humana…
“El Papa Francisco urge a las familias a dejar de lado las tabletas y a hablar entre sí”. Así ha resumido la CBS News, una de las cuatro grandes emisoras de televisión de Estados Unidos, el Mensaje del Papa Francisco en el Día Mundial de las Comunicaciones Sociales. Este mensaje es una declaración papal que se repite anualmente el 24 de enero con motivo de la fiesta del patrón de los periodistas, San Francisco de Sales. Ninguna sorpresa, pues, con el hecho que la primera noticia de un medio comercial sobre el mensaje y su contenido que aparece en el buscador de Google se encuentre solo en la página 3 de los resultados de la búsqueda.
La siguiente noticia de otro medio comercial, en orden de aparición, es del Daily News de Nueva York, y coincide con su colega en el foco de atención: “Menos uso de smarthphones y más comunicación cara a cara. El gran desafío de hoy −dice el Papa− es aprender a hablar entre sí. No simplemente generar y consumir información”. El resultado de la búsqueda aparece esta vez en la quinta página de Google.
Por supuesto, la noticia ha gozado del homenaje de la deferencia a la autoridad del Papa, no sólo moral, en los medios de comunicación católicos. Los resultados de mi búsqueda llenan las primeras páginas de Google. El resumen común de todos ellos se podría resumir en esta frase: “Para el Papa Francisco la familia es y debe ser una escuela de comunicación”.
Ninguna oposición entre ambos modos de leer un mismo mensaje. Los públicos son distintos, y los intereses también. Y también es distinto el modo de atraer la atención del lector. Por fortuna, el mensaje del Papa no ha dicho nada escandaloso o novedoso, que pudiera haber provocado mejores resultados en mi búsqueda on-line en Google. A pesar de ello, recomiendo vivamente su lectura. Sospecho que es de la pluma del mismo Papa en buena parte. Tiene todo el aire. No hay que escandalizarse, por supuesto, por el hecho de que un Papa no escriba todo lo que lee o le hacen leer. No hay presidente de Gobierno capaz de escribir personalmente todo lo que recita. Desde luego lo hacen suyo cuando lo aprueban y lo leen. Esto no quita que algunas veces se vea más la mano del speaker que la del ghost-writer.
El mensaje del Papa Francisco en ocasión de la Jornada Mundial de las comunicaciones sociales trasuda amor a la familia −familia en concreto no como “concepto” para usar en guerras culturales− y trasuda conocimiento experiencial de un tipo de comunicación muy humana: directa, sin filtros, con errores y rectificaciones, con petición de perdón cuando se hiere o cuando uno se equivoca, o sea el tipo de comunicación que es mediada por nuestros propios cuerpos, como la que se da en el seno materno y en la familia, que también es un seno.