Valor añadido a las palabras del Papa en el vuelo de regreso del viaje a Filipinas y Sri Lanka
Se diría que el Santo Padre no desaprovecha la ocasión para alentar a las familias numerosas y ponerlas como ejemplo de generosidad
El Papa dijo hoy que "la concepción de los hijos debe ser responsable, pero el simple hecho de tener muchos hijos no puede ser visto como una decisión irresponsable". Y en italiano añadió que "no tener hijos es una elección egoísta”. Estas palabras del Papa cobran un valor añadido si damos un paso atrás y nos situamos en el vuelo de regreso del viaje a Filipinas y Sri Lanka, el pasado 19 de enero.
No son pocos los que todavía piensan que el Papa situó entonces en tres el número ideal de hijos por familia. Así fue presentado, al menos, por bastantes medios informativos un comentario de Francisco durante el encuentro que sostuvo con los periodistas en el avión. Leyendo la transcripción, sin embargo, resulta claro que el Papa cita el tres como número necesario para el recambio de población: "creo que el número de tres hijos por familia, que usted menciona, según dicen los técnicos, es importante para mantener la población. Tres por pareja. Cuando se baja de esta media, se va al otro extremo, como sucede en Italia, donde he oído −no sé si será verdad− que en 2024 no habrá dinero para pagar las pensiones”.
En esa conversación, recordando la encíclica “Humanae vitae”, de Pablo VI, el Papa usó también una expresión de color (“conejo”), que se reprodujo y presentó casi como si Francisco se burlara de las familias numerosas. Sus palabras, sin embargo, fueron: "algunos creen que, para ser buenos católicos, tenemos que ser −perdonen la expresión− como conejos. No. Paternidad responsable". El hecho es que al informar de esos dos comentarios, algunos medios propagaron esa interpretación e incluso−forzando un poco más la cosa− hablaron de un “giro” del Papa sobre la cuestión de los hijos y los nacimientos.
Al propio Papa sorprendió la interpretación que se había hecho de sus palabras, según relató al día siguiente el sustituto de la Secretaría de Estado, mons. Angelo Becciu, y le dolió especialmente la desorientación que se podía haber producido entre las mismas familias. Desde entonces, se diría que no desaprovecha la ocasión para alentar a las familias numerosas y ponerlas como ejemplo de generosidad. La audiencia general de hoy, dedicada a los hijos, ha sido otra ocasión.