A medida que la familia es fuerte, la sociedad se beneficia

Las posiciones de valor sobre las familias son bienvenidas y pueden coincidir en aquello que es una evidencia: a medida que la familia es fuerte, la sociedad se beneficia

En el marco de la actual crisis económica que se vive en Europa, que afecta con especial agudeza a las familias, el Proyecto Europeo Families and Societies está realizando una importante labor a través de numerosos análisis que permitan el diseño de políticas muy precisas para fortalecer a la familia en Europa.

A la fecha, ha analizado más de 150 investigaciones académicas, para proveer de información y ayudar así a los 28 países de la Unión Europea a mejorar la definición de futuras políticas sociales a favor de las familias.

Una entrevista de la agencia Aleteia al sociólogo Pablo García Ruiz, profesor de la Universidad de Zaragoza, España, miembro del Proyecto Europeo Families and Societies, financiado por la Unión Europea, realizada en el marco de una presentación del estudio que hizo el profesor García Ruiz, en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma, nos permite adentrarnos en la problemática que vive Europa en la actualidad:

¿Cómo describen estos estudios europeos la crisis económica que golpea a las familias, especialmente en España?

En estos dos años existen estudios que han tratado de medir el impacto de la crisis sobre la vida de las familias, en particular la conciliación familia-trabajo.

La crisis ha supuesto un enorme impacto en el mercado del trabajo, que lo ha hecho más rígido, es decir, con menos capacidad de flexibilidad. Por lo tanto, ha supuesto una carga sobre las familias, que han visto más difícil atender la educación de los hijos y el cuidado de los mayores... y también una reducción de los ingresos que, por supuesto, ha influenciado varios aspectos de las vidas de las familias.

¿Cómo ha cambiado la crisis económica el papel de la mujer en el hogar?

Hay dos dimensiones, una económica y otra cultural, cuando hablamos del papel de la mujer en el hogar. Desde el punto de vista económico, es necesario conseguir ingresos. El nivel de desempleo en España ha crecido dramáticamente. Las mujeres realmente están en necesidad de trabajar, las que ya tenían una carrera profesional y las que no, debido a la imperiosa necesidad de lograr ingresos.

Por otra parte, desde el punto de vista cultural, las mujeres tienen un nivel educativo ya superior a los hombres. De hecho, el porcentaje de la presencia de las mujeres en las universidades supera al porcentaje de los varones. Esto supone la normal aspiración a una carrera profesional. De manera, que en España, entre las generaciones más jóvenes, hay una presencia femenil en el mercado de trabajo en términos de igualdad con el varón.

¿Por qué los resultados globales no reflejan esta presencia mayor de las mujeres?

Si los resultados globales aún no lo reflejan, es porque las generaciones más mayores de mujeres tienen una influencia menor en el empleo, pero esto se corregirá en el plazo de unos 10 o 15 años. Las cifras ya reflejarán la realidad; y es que hoy las mujeres están en términos de igualdad con los varones en el mercado del trabajo.

Pero en su presentación, usted ha dicho que todavía existen resistencias a estos cambios, sobre todo en términos de discriminación para las mujeres que trabajan…

Sí, realmente porque para los empleadores el criterio de contratación es la productividad. Entonces, entienden que los permisos de maternidad suponen un inconveniente para la productividad.

Es cierto que una persona abandona el lugar de trabajo durante unos meses pues porque existen evidentemente los cuidados del postparto para ellas y para la atención de los niños. Entonces, esto supone un problema, que realmente no es un problema sin solución o excesivamente grave, pero los contratadores muchas veces prefieren evitarse la necesidad de ajustar las cosas o proveer con tiempo una solución satisfactoria; pero para muchos es todavía más grave aceptar la situación que intentar gestionarla razonablemente. Esto es uno de los retos que tenemos en España y otros países europeos.

¿Cómo se está actuando a nivel de políticas europeas para proteger el núcleo familiar y el papel de la mujer?

La Unión Europea es consciente de que es importante proteger la familia, pero no tiene muy clara todavía la orientación general, o los criterios que deberían guiar su actividad con respecto a las familias. Por eso, las políticas (europeas), que de hecho se hacen, responden más a criterios políticos, económicos, pero no estrictamente familiares.

Precisamente, este Proyecto que hemos presentado es importante, porque va a aportar orientaciones basadas en la realidad de las personas sobre cómo se les puede ayudar de manera efectiva. Esperemos que en el plazo de dos o tres años tengamos resultados suficientes como para que sean útiles también desde un punto de vista político.

Los trabajos recopilados son científicos, pero en ellos ¿hay una posición conciliadora con la labor de la Iglesia a favor de la familia, o no?

Las posiciones de valor sobre las familias son bienvenidas y pueden coincidir en aquello que es una evidencia: a medida que la familia es fuerte, la sociedad se beneficia. Además, en la medida en que las familias sufren o son inestables, las sociedades sufren. Entonces, cuando la Iglesia trabaja a favor de las familias, le está haciendo un favor no sólo a las familias católicas, sino a la sociedad como tal, porque realmente está aportando recursos para la estabilidad, el enriquecimiento y el bienestar general de la sociedad. En este sentido, la Iglesia ocupa un papel importante en el bienestar de la sociedad europea.

(*) Entrevista de Waldir Ramos Díaz

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