Breve homilía improvisada del Papa, este Jueves Santo, en la Missa in Coena Domini
Este año el Papa ha celebrado la Misa de la Cena del Señor en el centro ‘Santa María de la Providencia’, de la Fundación Don Carlo Gnocchi, que cuida de ancianos, personas con discapacidad y enfermos de distinta gravedad
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Homilía del Santo Padre
Hemos escuchado lo que Jesús hizo en la última cena. Es un gesto de despedida, es como la herencia que nos deja. Él es Dios y se hace siervo, nuestro servidor. Y esa es la herencia: también vosotros debéis ser servidores los unos de los otros. Y lo hizo por amor: también vosotros debéis amaros y ser siervos en el amor. Esta es la verdad que nos deja Jesús.
El gesto de lavar los pies es un gesto simbólico: lo hacían los esclavos, los siervos a los comensales, a la gente que venía a comer o a cenar, porque en aquel tiempo las calles eran todas de tierra y cuando entraban en casa era necesario lavarse los pies. Jesús hace un gesto, un trabajo, un servicio de esclavo y eso lo deja como herencia para nosotros: debemos ser siervos unos de otros.
Por eso, la Iglesia, el día de hoy, que se conmemora la Última Cena, cuando Jesús instituyó la Eucaristía, también hace, en la ceremonia, este gesto de lavar los pies, que nos recuerda que debemos ser siervos unos de los otros.
Ahora yo haré ese gesto y todos, en nuestro corazón, pensemos en los demás y en el amor que Jesús nos dice que debemos tener por los demás, y pensemos también cómo podemos servir mejor a las otras personas. Porque así lo quiso Jesús de nosotros.
Al terminar la Misa, el Papa Francisco ha saludado uno a uno a los pacientes
del Centro y les ha dirigido unas palabras de despedida:
Os agradezco a todos vuestra acogida, la buena voluntad, la paciencia, la fe, el testimonio y vuestra esperanza. Que el Señor resucitado os visite, os consuele y esté en medio de vosotros. Este es mi deseo de una buena y santa Pascua.