¿Cómo podía el Papa apoyar una celebración que promovía valores tan pobres del amor?
La oportunidad era inmejorable. Ante más de 12.000 parejas de novios, el Papa Francisco ofreció los ingredientes para elaborar la receta de un amor sólido
San Valentín siempre nos había parecido, desde una perspectiva cristiana, una fiesta con una visión pobre del noviazgo, donde el amor se demostraba con regalos como bombones, galletas con forma de corazón, peluches y poemas de amor sacados de Internet. No era de extrañar pues, que ningún Papa hubiese celebrado hasta el momento esta fiesta.
Por eso, cuando Francisco dijo que iba a reunirse con parejas de todo el mundo para celebrarlo nos sorprendió a todos. ¿Cómo podía el Papa apoyar una celebración que promovía valores tan pobres del amor?
Sin embargo, el Papa nos ha dado una lección de comunicación y de marketing. En vez de criticar y quejarse del modo de los valores que se transmitían en esta fiesta, decidió aprovechar el impulso y popularidad que tenía la fiesta de San Valentín celebrando un acto en el que en un tono familiar, alegre y positivo, transmitió los ingredientes para un buen noviazgo y un buen matrimonio.
En definitiva, otra lección del Papa Francisco sobre cómo aprovechar las circunstancias de los tiempos modernos para evangelizar y dar testimonio de vida cristiana.