No habla de muertes, sino precisamente de vidas<br /><br />
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Alois explicó a los medios de comunicación que aunque el referendo que se celebrará en el principado el próximo 18 de septiembre apruebe la legalización del aborto, no firmará la ley e impedirá que entre en vigor
Es bien conocida la frase de Gilbert Keith Chesterton según la cual «el periodismo consiste esencialmente en decir "Lord Jones ha muerto" a gente que no sabía que Lord Jones estaba vivo».
Lo que sigue es, en este sentido, un asunto periodístico, del que me entero leyendo El Imparcial. Aunque no habla de muertes, sino precisamente de vidas.
Sucede que el (desconocido hasta la fecha) príncipe heredero de Liechtenstein, Alois de Liechtenstein, ha dicho que —aunque en Liechtenstein se apruebe la legalización del aborto en referéndum, el próximo día 18— él no sancionará la ley correspondiente, necesaria para que se hagan legalmente abortos en su país.
Por eso, en los próximos días se hablará un tanto de Alois de Liechtenstein. Porque si buen no es formalmente el jefe del Estado, su padre Hans Adam II le traspasó en 2004 la competencia —entre otras— de sancionar las leyes.
Por este motivo, Alois explicó a los medios de comunicación que aunque el referendo que se celebrará en el principado el próximo 18 de septiembre apruebe la legalización del aborto, no firmará la ley e impedirá que entre en vigor.
En este sentido, conviene saber que el Parlamento de Liechtenstein fue consultado igualmente sobre autorizar el aborto hasta las 12 semanas de embarazo y también votó en contra con abrumadora mayoría. En la actualidad, el aborto, en cualquiera de sus supuestos, incluso los practicados en el extranjero por sus ciudadanos, están penados hasta con un año en prisión.
Chesterton hoy diría que el príncipe Alois de Liechtenstein está vivo y actuando en conciencia. Que es a lo que —en principio— todo el mundo se apunta, aunque no todos lo cumplan.