En la misa se identifica con el Cristo de los brazos abiertos a toda la humanidad y, al administrar el perdón, con Cristo perdonando desde la cruz <br /><br />
Jaime Cárdenas –Máster en Conflictología– explica que las enseñanzas sobre el perdón en San Josemaría Escrivá de Balaguer revisten una actualidad innegable: es necesario redescubrir el perdón y aprender a amar
Ofrecemos a continuación una versión anticipada del estudio que se publicará en el número 53 de Romana, boletín oficial de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei.
El autor, Jaime Cárdenas, es Máster en Conflictología por la Universitat Oberta de Catalunya. En este estudio explica que las enseñanzas sobre el perdón en San Josemaría Escrivá de Balaguer revisten una actualidad innegable: es necesario redescubrir el perdón y aprender a amar: amar a Dios y, desde Él, amar al prójimo, aunque ofenda.
Para el autor, saber qué es el perdón requiere la experiencia de otorgarlo y de recibirlo. En este sentido, las palabras de San Josemaría constituyen un camino válido para redescubrir la belleza del perdón y aprender a ejercitarlo: en su vida nunca faltaron dificultades, sufrió calumnias y persecución, mas su respuesta siempre fue la misma: perdonar, callar, rezar, trabajar, sonreír.
El perdón renueva a las personas y, por ende, a la sociedad: hay culturas a las que este mensaje no ha llegado pero, al mismo tiempo, existe en la actualidad un nuevo interés por el perdón, quizá derivado de los horrores del siglo XX. Como decía Juan Pablo IIpedir y ofrecer perdón es una vía profundamente digna del hombre y, a veces, la única para salir de situaciones marcadas por odios antiguos y violentos.
Precisamente, el siglo XX conoció a un hombre que sufrió mucho, pero que durante toda su vida supo perdonar y enseñar a vivir la caridad a través de este camino concreto a las personas con las que se encontraba: san Josemaría Escrivá de Balaguer.
No he necesitado aprender a perdonar —decía el fundador del Opus Dei— porque el Señor me ha enseñado a querer. San Josemaría se sabía amado por Dios, amaba al Señor y, por Él, amaba a los demás hombres, todos hijos de Dios. En otras palabras, vivió uno de los aspectos centrales del mensaje que promueve el Opus Dei —camino de santificación por él fundado—: la unidad de vida que, en este aspecto concreto, se traduce en amar tanto a Dios, a quien no vemos, como a los demás hombres, a quienes vemos.
Consecuencia de ese amor es también saber pedir perdón por las ofensas, equivocaciones o malentendidos que uno puede provocar. San Josemaría, que podía haberse escudado en su condición de fundador y guía de la Obra, fue por delante también en este punto: rectificaba inmediatamente y, si era el caso, pedía perdón.
Además el fundador del Opus Dei encontraba en su condición de sacerdote otro motivo para abrir sus brazos a toda la humanidad, amando, comprendiendo, perdonando. San Josemaría percibía que la identidad del ministerio sacerdotal se asienta sobre dos características: el amor a la misa y al sacramento del perdón. Cristo es clavado en la cruz y desde ahí, como fruto del sacrificio, perdona. En la misa se identifica con el Cristo de los brazos abiertos a toda la humanidad y, al administrar el perdón, con Cristo perdonando desde la cruz.
También el Opus Dei posee, en su mensaje fundacional, una llamada a la reconciliación. La Obra de Dios —recordaba el fundador— ha nacido para extender por todo el mundo el mensaje de amor y de paz, que el Señor nos ha legado; para invitar a todos los hombres al respeto a los derechos de la persona. (…) Veo a la Obra proyectada en los siglos, (…) defendiendo la paz de Cristo, para que todo el mundo la posea.
Al defender la libertad, san Josemaría sostenía que los cristianos corrientes deben seguir a Cristo en las actividades ordinarias, deben santificarse en ellas, y afirmaba que pueden lograrlo de modos diversísimos siempre que, entre otras cosas, sean honrados, respeten las propuestas lícitas de los demás hombres y eviten utilizar a la Iglesia como argumento a favor o en contra de un planteamiento dado.
En la homilía El respeto a la persona y a su libertad san Josemaría expone principalmente modos en los que el amor a Dios se traduce en amor al prójimo, pero aborda también temas como la libertad, el derecho a la intimidad, el derecho a vivir según la propia personalidad, la reacción ante las calumnias y dificultades, el poder trasformador del encuentro con Cristo... Se trata, por tanto, de una exposición sapiencial de las ideas sobre las que se asienta su concepción del perdón.