María Elena Bergoglio estaba en su casa al oeste de Buenos Aires la semana pasada cuando se enteró de la sorprendente noticia: Jorge Mario Bergoglio −su hermano− era el nuevo Papa
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En el pasado, ella había orado para que los cardenales no lo eligieran.
«En el cónclave anterior, rezaba que no fuera elegido... porque yo no quería que mi hermano se fuera −le dijo a CNN en Español el lunes−. Una postura, si se quiere, egoísta».
Pero esta vez, María Elena dijo que cambió de parecer.
«Recé para que el Espíritu Santo obrara y que no me hiciera caso a mí. Y no me hizo caso −dijo riendo−. Hizo lo que quiso».
La semana pasada, poco después de que el humo blanco saliera de la chimenea de la Capilla Sixtina, oyó la voz entrecortada de su hermano a través de la línea telefónica.
«Casi me muero −dijo−. El teléfono sonó y respondió mi hijo. Le oí decir: “Oh, tío”. No lo podía creer».
Su hermano, que eligió el nombre de papa Francisco, le dijo que no se preocupara y le aseguró que estaba bien.
El pontífice le dijo que saludara de su parte a toda la familia.
«Me dijo: “No puedo llamar a todo el mundo. Somos una familia muy grande, así que por favor, envíales mi amor, porque si los llamo a todos, vaciaré las arcas del Vaticano”», contó María Elena.
De pie frente a su casa en una zona de clase media a unos 45 minutos de la capital de Argentina, se reía el lunes mientras describía los comentarios del Papa.
Agregó que era una señal de que incluso ahora, a miles de kilómetros de distancia, en Europa y en el cargo más alto en la jerarquía de la Iglesia Católica Romana, su hermano mostró el mismo sentido del humor que exhibió desde su infancia en Argentina.
«Creo que por eso se convirtió en Papa... si tenía que ser firme en algo, lo era», añadió. «Pero él siempre fue así, con un sentido del humor».
María Elena dijo que su hermano, el primer Papa de América Latina, será un papa para las masas.
«Me siento como que la iglesia abrió sus puertas, y le dijo al mundo: “aquí estoy. Le pertenezco a todos. No soy de un continente, pero le pertenezco absolutamente a todos”».
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