Lo más conmovedor fueron las palabras de agradecimiento del Santo Padre cuando, en realidad, los fieles venían a darle las gracias a él
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Lo más conmovedor fueron las palabras del Santo Padre cuando, en realidad, los fieles venían a darle las gracias a él. Benedicto XVI agradeció las oraciones y muestras de afecto que durante estos días los fieles de todo el mundo le han demostrado, y pidió que sigan rezando por él y por el nuevo Papa
Video: " target="_blank">Miles de personas llenan la plaza de San Pedro para dar las gracias a Benedicto XVI
Con voz serena y aspecto más descansado que los días pasados, Benedicto XVI ha dirigido el penúltimo rezo del Ángelus desde la ventana de su apartamento ante una plaza de San Pedro soleada, repleta de fieles, y adornada con muchas pancartas.
En sus palabras en español, el Papa invitó a vivir bien la Cuaresma, y sugirió: «pidamos al Señor que la contemplación de los misterios de su pasión, muerte y resurrección nos ayude a seguirlo más de cerca».
Pero lo más conmovedor fueron sus palabras de agradecimiento cuando, en realidad, los fieles venían a darle las gracias a él. Benedicto XVI dijo que «de corazón agradezco a todos su oración y afecto en estos días». Acto seguido, añadió una petición, que era su mensaje esencial: «Os suplico que continuéis rezando por mí y por el próximo Papa, así como por los Ejercicios espirituales, que empezaré esta tarde junto a los miembros de la Curia Romana».
Benedicto XVI desea que todos los fieles estén tranquilos, y que se viva esta transición con la serenidad de la confianza en Dios: «Llenos de fe y esperanza, encomendemos la Iglesia a la maternal protección de María Santísima». El Papa agradeció varias veces la presencia de los fieles, sus aplausos y sus gestos de afecto, tanto de peregrinos como de romanos, que se manifestaban en un gigantesco clamor, vítores y aplausos fortísimos. Era la penúltima oportunidad de demostrarle cariño. Era el penúltimo Ángelus de Benedicto XVI.