El renacimiento cultural católico en Europa tuvo su motor en Francia, encarnado en Charles Péguy, Jacques Maritain y Ernest Psichari
En los inicios del siglo XX, el progreso colectivo basado en la fe absoluta en la ciencia era principio clave de la modernidad para los europeos. En consecuencia, la pintura debía ser realista y naturalista, lo mismo que la literatura. Pero si se aceptaba que los seres humanos eran primates evolucionados sobrevivientes, ¿eso garantizaba la igualdad? ¡No, ya no eran todos hijos de Dios iguales entre sí!
Profetas laicos anunciaron que el proceso de secularización en los Estados europeos había llegado teóricamente a su fin, pues el positivismo y el determinismo habían obturado casi todas las rendijas de espiritualidad. Pero todo parecía conducir al caos y al relativismo, mientras la igualdad y fraternidad estaban en crisis. El hombre cartesiano y científico quería controlarlo todo pero, entonces, ¿cómo podía asumir el riesgo del amor?
Las ideas de Nietzsche y Marx se extendieron por Europa dando extraños frutos, como los totalitarismos. La autognosis del primer pensador suponía la imposición del fuerte sobre el débil, aplicando a la sociedad los principios darwinistas de la selección natural y la lucha por la vida. Un combate que debía regir también en la esfera geopolítica. Frente al caos y al relativismo de la modernidad, los totalitarismos ─a partir de 1917─ comenzaron a ofrecer orden, unidad, un listado de valores arbitrarios, pero valores al fin; un salvavidas en el que no hundirse en el mar de las incertidumbres metafísicas.
La 'revolución' católica
Entonces, en el mundo católico también hubo una reacción que conviene no olvidar. Algunos intelectuales cristianos intentaron descubrir un camino transitable entre la tradición cristiana más original y las nuevas vanguardias artísticas. Quisieron demostrar que el catolicismo podía curar una civilización en decadencia, presentándose como ultramoderno frente a la crisis de Occidente. De ahí uno de sus lemas: «Nada es más moderno que lo eterno». Algunos intelectuales revalorizaron la vivencia espiritual del arte, el cual estaba más cerca de la religión que de la ciencia, como llegó a admitir el dadaísta Hugo Ball en 1916.
El renacimiento cultural católico en Europa tuvo su motor en Francia, fomentando fenómenos paralelos en Gran Bretaña, Alemania y España. Muchos de sus representantes se convirtieron al catolicismo, por lo que inicialmente no surgieron de una fe arraigada en la infancia.
La renovación cultura católica francesa estuvo formada, entre otros, por está encarnada por Charles Péguy –nacionalista de izquierdas, convertido en 1907–, Jacques Maritain (convertido en 1906) y Ernest Psichari (convertido en 1913). Fueron jóvenes hastiados de las frías explicaciones omnicomprensivas de Hegel o de Comte, que buscaron el elemento humano, un ideal capaz de imbricar pensamiento, sentimiento y acción. Y acudieron finalmente al catolicismo ávidos de reencontrar el gozo de la vida, la necesidad de realizar una existencia plena y activa. Ante el desconcertante anarquismo tuvieron necesidad de un fundamento, de un sentido metafísico sobre el que trazar un proyecto vital apasionante. Muchos de esos escritores se vieron atraídos por un deseo de acción y de disciplina, por esa seguridad que la doctrina católica les llegó a conferir para vivir y realizar su tarea.
La conversión fue un paso importante en todos ellos, pues se negaron a escribir «novela católica» aspirando a ser católicos que escriben novelas y artículos periodísticos, que buscan la verdad y la belleza. Religión y vocación literaria debían ser algo sustantivo, esencial, y no adjetivo. De ahí que desarrollaran estilos literarios diferentes, pues lo que les unía era la fe, no el seguir un mismo estilo. A diferencia del realismo social ─defendido por el marxismo como el camino literario─, el catolicismo no podía adjetivar ninguna forma literaria concreta porque, por su universalidad, podía incluirlas a todas. En sus argumentos, se vieron atraídos por el carácter creativo y novedoso del bien, frente a la triste monotonía repetitiva de vicio y el mal.
Esa renovación católica fue potente, siendo una de sus claves el rico tejido humano ─capital social diríamos hoy─, la red de relaciones intelectuales y de amistad que reticuló el fenómeno del resurgimiento católico, incluso a nivel europeo.
'Nouvelle Critique', cerca de los escritores
El escritor Paul Claudel (1868-1955) ─cuya cima lírica fue Cinco grandes olas (1911)─ favoreció la conversión de otros intelectuales como Jacques Riviére (1886-1925). Este escritor, junto a Charles du Bois (1882-1939) y) fueron los iniciadores de la Nouvelle Critique. Según ellos, la crítica debe ser más cercana a los escritores, abrazando la génesis misma de la obra.
Frente a la filosofía y crítica de la sospecha, la nueva crítica apostaba por la empatía, dejando espacio a la intuición y al sentimiento, pues la musa verdadera de la crítica es la amistad. El crítico no era tanto el erudito de la historia de la literatura como el hombre que sabía leer y que enseñaba a leer a los demás, que amaba leer y enseñar a leer a los demás. La crítica debía ser el reencuentro de dos almas. Du Bois se convirtió en 1927 y ayudó a convertirse al dramaturgo Gabriel Marcel dos años después.
Todos ellos colaboran con la revista literaria más importante de Francia: la NouvelleRevueFrançaise, que destacó por su vocación innovadora y crítica, además del prestigio de sus colaboradores. En ella se inspiraron la británica The Criterion (1922) de T. S. Eliot y la española Revista de Occidente (1923) de Ortega y Gasset.
Henri Ghéon (1875-1944), dramaturgo y fundador de esa revista francesa, se convirtió al catolicismo en 1916 impactado por su experiencia en Italia, donde analizó la obra pictórica de Fray Angélico y Giotto. La sencillez, humanidad y espiritualidad de esas pinturas le marcaron definitivamente. Con estos escritores y estos medios franceses comenzó la renovación intelectual católica que se difundió a otros países en la primera mitad del siglo XX.
Antonio Manuel Moral Roncal, en eldebate.com
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