El 72% de la población conectada utiliza la Red para informarse sobre cuestiones de salud, son los 'cibercondríacos'
“Me noto una bultito. Qué puede ser?”, “motivos del dolor de cabeza” o “síntomas del cáncer”, son algunas de las miles de preguntas que infinidad de personas teclean en los buscadores de Internet cada día. Son tantos los internautas que consultan temas y dudas de salud a través de la Red que se les ha acuñado un término para definirles: cibercondríacos.
Esta palabra hace referencia a los hipocondríacos, personas obsesionadas con su salud y las enfermedades. En el caso de los internautas, movidos por la preocupación por su salud, recurren a la web para reconocer sus síntomas, buscar casos como el suyo propio o incluso para auto medicarse. Las personas hipocondríacas observan concienzudamente las manifestaciones de su organismo con un temor siempre presente de que un determinado signo del cuerpo sea señal de una grave enfermedad.
Con el avance de las tecnologías y la posibilidad de cualquiera pueda participar en ellas, el peligro de falsos diagnósticos aumenta.
Una joven de Valencia, cuyo nombre ha preferido no desvelar, confiesa que ha llegado a ir a urgencias convencida de que estaba sufriendo un ataque cardiaco. “Me desperté con una insoportable presión en el pecho y un cosquilleo que me recorría el brazo izquierdo, además me faltaba el aire y me fui directa a Internet, lo que me alteró todavía más”, relata. “La doctora que me atendió me reconoció y me hizo un TAC, estaba alarmarmente tranquila mientras yo lloraba sin parar, creo que enseguida supo de mi hipocondria”, cuenta. Diagnóstico: cuadro de ansiedad.
Una consulta, millones de resultados
Según un estudio realizado por Bupa, compañía matriz de Sanitas, sólo en España, el 72% de la población conectada utiliza la red para informarse sobre cuestiones de salud. Entre las consultas, un tercio de la población reconoce que acude a la red para auto diagnosticarse. Las redes sociales, por otra lado, solo son utilizadas con este objetivo por el 12% de la población. Los profesionales de la salud alertan del peligro de estas consultas, que desaconsejan a la vez que recomiendan utilizar Internet como complemento a las visitas al médico. Pero este tipo de consulta traspasa las fronteras nacionales, los rusos son los que más utilizan Internet para temas relacionados con la salud, un 87% y los mexicanos, con un 76%, son los segundos en el ranking por delante de España, seguidos por Estados Unidos o Gran Bretaña con un 58%.
Y es que la información que nos proporciona Internet es infinita, sólo con teclear en Google 'dolor de cabeza', aparecen 8.930.000 resultados. Muchas de esas entradas corresponden a blogs de falsos médicos, personas que se hacen pasar por expertos y se dedican a dar falsos consejos y arriesgados diagnósticos. También se pueden encontrar recomendaciones acerca de cómo tratar a un bebé si tiene tal o cual enfermedad, lo cierto y alarmante es que hay gente que en lugar de acudir a un pediatra, sigue con fe ciega los consejos del inmenso ciberespacio.
Los médicos creen que varios factores pueden influir a la hora de sufrir cibercondría. Tener antecedentes familiares de hipocondria es un hecho clave para padecerla, así como haber sufrido algun trastorno psiquiátrico, como depresión o ansiedad. También haber sido víctima de un abuso físico, sexual o emocional durante la infancia e incluso la adicción al alcohol son factores que influyen a la hora de sufrir hipocondria en todas sus variantes. Según los especialistas, el verdadero problema de los hipocondriacos y los cibercondríacos es que padecen un trastorno psicológico que ignoran mientras se preocupan por una grave enfermedad que no tienen. Para tratar este desorden algunos médicos recurren a medicamentos como el Prozac o cualquier otro antidepresivo, aunque muchos de los afectados son conscientes de que es una cuestión de autoconvencimiento y acuden a un psicólogo.