A veces estamos desorientados, perdidos, no sabemos cómo protegerles y tendemos a prohibir
Como padres de adolescentes nos preocupan los peligros de las redes sociales. Mientras nuestros hijos son unos nativos digitales, nosotros prácticamente acabamos de llegar al mundo de las nuevas tecnologías, somos unos inmigrantes digitales.
A veces estamos desorientados, perdidos, no sabemos cómo protegerles y tendemos a prohibir. Debemos entender que las redes sociales se han convertido en un escenario de socialización muy importante para nuestros hijos, en el que desarrollan muchas habilidades y aprenden a relacionarse con los demás. Es importante conocer cómo funciona Internet, las redes sociales y los peligros que se pueden encontrar para crear un espacio seguro donde nuestros hijos puedan fomentar capacidades que le permitan establecer vínculos con sus iguales.
Hablar con ellos, aconsejarles, educar en el respeto y advertir de los riesgos son la clave para que éstos puedan navegar con tranquilidad.
Aquí os dejamos algunas cuestiones que debéis conocer:
El mundo cibernético es un espacio que al igual que el real requiere de un acompañamiento por parte de los padres. Nos preocupamos y ocupamos de que nuestros hijos salgan con los amigos en un escenario seguro y saludable. Nuestros hijos necesitan ese mismo cuidado en el mundo de las nuevas tecnologías. Como adultos responsables debemos conocer Internet y hablar con nuestros hijos sobre la seguridad en la red.
Hoy en día son muchos los dispositivos que utilizan nuestros hijos: teléfonos móviles inteligentes (smartphones), tablets, ordenadores, portátiles y consolas. Todos ellos tienen conexión a internet y deben estar protegidos. Instala un sistema de filtro, bloqueo y software de control apropiado para su edad en todos los dispositivos habilitados para Internet.
Como padres nos interesa conocer con quiénes salen nuestros hijos, qué tipo de compañía tienen, etcétera. En la mayoría de casos conocemos sus amistades personalmente, pero los adolescentes se relacionan además con un alto porcentaje de amigos a través de la red. Es necesario que nos mantengamos involucrados en el mundo on-line de nuestros hijos/as, interesándonos por los sitios webs que visitan y las personas con las que se comunican. Es necesario establecer normas y límites en el uso de las nuevas tecnologías, por ejemplo: en qué momentos del día pueden utilizarlas, cuánto tiempo pueden estar conectados, qué uso hacer de ellas etcétera.
Internet está en un proceso de cambio constante. Cada día salen al mercado nuevas aplicaciones, nuevas redes sociales, nuevos espacios y sitios de internet etcétera. Es necesario que los padres nos familiaricemos con los que utilizan nuestros hijos, sepamos cómo funcionan, por qué le interesan y si son adecuadas para su edad.
Para prevenirles de peligros y situaciones difíciles, una de las normas de oro que siempre debemos darles es que nunca deben dar información personal en línea. Por ejemplo, información detallada sobre su ubicación actual, domicilio, número de teléfono, cuentas bancarias, fotos familiares, etc. Mantener nuestra privacidad y seguridad es indispensable para relacionarnos en un entorno seguro.
Para cuidar a nuestros hijos debemos explicarles que únicamente deben aceptar solicitudes de amistad de personas a las que realmente conozcan. Nunca han de quedar con alguien que hayan conocido a través de internet sin hablar primero con nosotros.
Las formas de control se adaptan a las nuevas tecnologías. Los adolescentes que ejercen violencia de género ven en las redes sociales un riesgo de perder el dominio sobre sus parejas, por ello utilizan las nuevas tecnologías como medio para seguir ejerciendo control, poder, amenazas y malos tratos. Por ejemplo: limitar los amigos que la pareja tiene en el Tuenti o en el whatsApp, utilizar fotos comprometidas como modo de extorsión para que su pareja no rompa la relación, usar aplicaciones que permiten detectar su ubicación exacta en cada momento etcétera. Nuestros hijos necesitan que les ayudemos a discriminar las relaciones saludables de otras que son dañinas, por eso debemos aconsejarles que no compartan con sus parejas las contraseñas y que no permitan que se ejerza un control sobre sus contactos.
A veces los adolescentes no son conscientes de las consecuencias que puede tener publicar material inapropiado en la red. Es necesario que se sientan acompañados y ayudados en una toma de decisiones responsable y segura en cuanto a las publicaciones que realizan. En ocasiones necesitan discriminar qué contenido y en qué situación puede traer aparejadas consecuencias negativas. Debemos ayudarles a pensar qué cosas pueden compartir y cuáles entrañan un peligro porque puede hacerse un uso indebido, malinterpretarse o sacarse de contexto. Es necesario que tomen conciencia de que lo que se publica en la red deja de pertenecerles y pierden el control sobre ello.
Como padres y adultos de referencia importantes para ellos, debemos estar informados sobre los posibles peligros a los que se puedan enfrentar nuestros hijos (por ejemplo, acoso cibernético, sexting, grooming, etc.) y hablar esto con ellos. En el caso de que se encuentren inmersos en alguna de estas situaciones se le deberá advertir que no borre nada para posibilitar que pueda ser investigado posteriormente. Las redes sociales tienen un botón de denuncia, además de acudir al organismo pertinente. Debemos advertir a nuestros hijos que ante la menor duda de que estén siendo acosados no sigan respondiendo a los mensajes y bloqueen a dicha persona para que no se ponga en contacto de nuevo.
Mercedes, madre de Lidia, en anar.org
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