El ICS busca parejas voluntarias que se vayan a casar para una investigación sobre factores que ayudan al éxito en el matrimonio
2.000 parejas de España y Latinoamérica han colaborado desde 2016 en este estudio longitudinal del proyecto ‘Educación de la afectividad y de la sexualidad humana’.
El objetivo consiste en hallar evidencias científicas sobre las variables, características y circunstancias de las personas que van a contraer matrimonio que afectan posteriormente a la convivencia tras la boda, teniendo en cuenta también otras variables después del casamiento.
AMAR comenzó en 2016 y está diseñado como un estudio de cohortes prospectivo, un modelo muy frecuente en otras áreas de la investigación, especialmente en Medicina, que requiere numerosos voluntarios a lo largo de varios años. “A medida que dispongamos de una gran cantidad de datos de todo el mundo podremos obtener mejores conclusiones”, indica Carolina Lupo, investigadora y responsable del reclutamiento para el estudio.
“Este rigor científico −añade− asegurará que las conclusiones puedan estar muy próximas a la realidad y, por tanto, que sean de gran utilidad para los jóvenes matrimonios de mañana”.
Aprender de los aciertos y errores de otros
El equipo realiza un seguimiento desde el noviazgo y durante los primeros años de matrimonio a través de cuestionarios, que cada miembro de la pareja rellena por separado para garantizar la confidencialidad y el anonimato. Entre otros aspectos, se analizan variables como la comunicación, el modo de resolver los conflictos, el grado de compromiso con la otra persona, cómo se invierte el tiempo y esfuerzo en la relación o el grado de dar prioridad al nosotros sobre el yo.
Tras la boda, se remiten cada dos años cuestionarios más breves en los que se pregunta por aquellos factores que influyen en que estén teniendo éxito (siguen juntos y satisfechos con su matrimonio) o hayan fracasado (se han separado o divorciado, o bien continúan juntos pero con un grado bajo de satisfacción conyugal).
“Partimos de la hipótesis de que es posible aprender de los aciertos y errores de otras personas, así estudiadas, para mejorar la relación y aumentar las probabilidades de éxito de ese proyecto de vida que, en ocasiones, parece difícil conservar a lo largo del camino”, apostilla.
Carolina Lupo insiste en que el estudio también resulta útil para los propios participantes: “Proporciona un espacio para cuestionarse temas importantes y analizar aspectos claves del día a día. Esta reflexión les permite reconocer sus propias fortalezas y aspectos en los que pueden mejorar de cara a forjar un matrimonio feliz”.
Para formar parte del estudio hay que inscribirse a través de la página web. Los voluntarios recibirán un breve informe a partir de sus respuestas y entrarán en el sorteo de una escapada para dos.