Un proyecto internacional de solidaridad que promueve iniciativas de educación en África y sobre África
Mejorar la educación en África. Ese fue el sueño que unió a miles de personas en la canonización de San Josemaría, hace ahora diez años. El sueño continúa, y va dejando su huella en la vida real: más de 46 proyectos educativos en 17 países diferentes
Diez años después de su nacimiento, Harambee ha querido hacer balance de su trabajo y proyectar su futuro en una jornada de reflexión celebrada en Roma, en la Universidad de la Santa Cruz, muy próxima al lugar donde en 2002 fue canonizado San Josemaría, el inspirador de esta iniciativa.
En la Jornada han participado tanto los dirigentes de Harambee , como algunos de los beneficiados por los proyectos que impulsa. Noëlle Muller, del Comité Harambee de Francia, ha señalado en su intervención que «no queremos sólo construir escuelas, sino que en ellas se aprenda. Un maestro africano debe saber que no sólo está educando a unos niños, sino que está cambiando África. Se trata de volver a educar, es decir: ex ducere, sacar de la persona lo mejor que lleva dentro».
El Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, ha recordado el origen de Harambee. El mensaje de san Josemaría debe estar presente «donde hay pobreza, donde hay falta de trabajo, donde hay tristeza, donde hay dolor, para que el dolor se lleve con alegría, para que la pobreza desaparezca, para que no falte trabajo —porque formamos a la gente de manera que lo pueda tener—, para que metamos a Cristo en la vida de cada uno».
En este sentido, ha recordado que «la cooperación al desarrollo, particularmente de los más necesitados, es un imperativo ético y cristiano, que presupone la renuncia a cualquier forma de egoísmo». Pero eso no es sólo «una bonita teoría para predicar», sino que será necesario trabajar para «que cambien los estilos de vida, las estructuras de poder que gobiernan la sociedad, los modelos de producción y de consumo, orientándolos según una correcta comprensión del bien común de la entera humanidad. Nadie puede esquivar el empeño de vivir de ese modo, con el intento de ayudar a nuestros hermanos».
Dirigiéndose a quienes ayudan a Harambee ha dicho: «Os agradezco vuestro trabajo y os aseguro mis oraciones, para que cada vez participen más personas en este esfuerzo colectivo que busca sostener a personas y entidades de África que, a su vez, desean ser artífices y protagonistas del desarrollo de sus naciones. En ese continente vuestro se concentran, ciertamente, algunas de las injusticias que no pueden dejar indiferentes a nadie; pero África es también tierra de valores espirituales muy importantes para nuestra época».
Una mesa redonda ha reunido a algunas personas que trabajan en proyectos de Harambee. Mons. Vella, obispo de Ambanja (Madagascar), ha narrado la realidad de un país donde sólo el 13% de la población puede pagar la sanidad: «En los últimos cinco años, hemos perdido 700.000 niños en las escuelas primarias. La causa es la disgregación de las familias: los vínculos familiares se están disolviendo y eso afecta a la educación de los niños». El obispo ha agradecido la ayuda de Harambee en el desarrollo de escuelas. «Gracias a San Josemaría, hemos entendido que los pequeños salvarán África. Los grandes no lo han logrado».
Theresa Okafor desarrolla un proyecto en Nigeria para mejorar la calidad de las escuelas: «En los últimos siete años el paro ha subido del 5% al 23%. La gente joven no tiene una buena educación, no desarrollan habilidades. Muchos caen en redes de violencia para salir adelante. Si los profesores cambiaran sus métodos de enseñanza, el absentismo escolar sería más bajo, la adquisición de conocimientos sería más alta y los estudiantes saldrían con más capacidades. No se trata sólo de asegurar el acceso de todos a la educación, sino el acceso de todos a una misma calidad de educación».
Raffaele Izzo, presidente de Harambee, anunció que esta iniciativa colaborará en 2012 con siete nuevos proyectos, que se suman a los 46 que ya ha desarrollado desde 2002. Continua así un sueño que África va transformando en realidad.