En general en todo lo relacionado con internet o las tecnologías digitales, los problemas surgen principalmente de dos aspectos: el contenido inapropiado y la falta de sobriedad en el consumo
Paco Aranda es Rider Supply Manager en Deliveroo. Graduado en Derecho y Economía bilingüe por la Universidad de Navarra. Experto en videojuegos, participó en el Congreso Interaxion 2018 con una conferencia sobre eSports y ha colaborado en nuestra guía para educadores sobre los videojuegos más populares a nivel profesional.
Paco, ¿podrías contarnos algo de tu experiencia personal con el mundo de los videojuegos? ¿Qué te resulta más atractivo, con qué desafíos te has encontrado...?
De los videojuegos se podrían decir muchas cosas: lo divertidos que son, lo mucho que han ido mejorando con el paso de los años, los modos de enganchar a la gente, etc. En general, en mi experiencia con los videojuegos, creo que con lo que más me quedo es con jugar acompañado. No es lo mismo jugar solo que con otros, y creo que los videojuegos están hechos para disfrutarlos en compañía, incluso si son de un solo jugador. Pero no todos los juegos están hechos para el disfrute de todos, tanto los que lo ven como los que juegan. Por eso es difícil elegir a qué jugar. Es como los libros, no tenemos tiempo de leerlos todos. De ahí que si queremos sacar lo mejor de los videojuegos, primero hay que elegir aquellos que mejor nos lo hagan pasar en compañía.
Por lo general, los videojuegos se utilizan como hobbie o actividad de entretenimiento. Sin entrar al mundo de los eSports, ¿qué aspectos de esta actividad te parecen más positivos desde el punto de vista educativo?
Algo que a veces se les olvida a los educadores es, sencillamente lo divertidos que son. Me refiero a que los niños, principalmente, quieren jugar. Y los videojuegos están para jugar. El juego para el niño es el principal proceso por el que adquiere habilidades, destrezas y conocimientos. Efectivamente, el juego al aire libre siempre es mejor: ir al parque, montarse en los columpios, salir en patines, etc., son actividades donde verdaderamente se están enfrentando consigo mismos. Pero hoy salir a la calle a veces es difícil, e ir al parque no siempre es posible. Aunque los videojuegos no vengan a sustituir al tiempo fuera de casa, debemos tener en cuenta que cumple parte de las funciones de aprendizaje y desarrollo de habilidades cognitivas.
¿Y los aspectos negativos? ¿Cuáles te parecen más peligrosos?
Se habla mucho de los aspectos negativos, y este es uno de los temas donde prácticamente todo está dicho. Pero creo que es importante insistir, ya que las consecuencias de una mala práctica pueden ser muy perjudiciales. En los videojuegos, y en general en todo lo relacionado con internet o las tecnologías digitales, los problemas surgen principalmente de dos aspectos: el contenido inapropiado y la falta de sobriedad en el consumo. En cuanto al contenido inapropiado, está bastante controlado por el Pan European Game Information (PEGI), que aporta transparencia a la hora de mostrar qué contenido contiene cada juego. Sin embargo yo siempre recomiendo ver gameplays de los juegos, así te haces una idea más clara de lo que tus hijos verán en la pantalla.
En la falta de sobriedad en el consumo es donde recaen la mayor parte de las preocupaciones de todos nosotros. Daría un par de pautas generales. Está claro que un niño no puede jugar todo lo que quiera, porque sencillamente no pararía. Por eso, lo interesante es llegar a un acuerdo para que sean ellos mismos los que se pongan el límite. La clave es el sentido común, y al igual que no pueden estar leyendo todo el día, entenderán que no pueden jugar todo el día. Y una vez lo entiendan, lo segundo más importante es cortar. Ahí sí que les podemos ayudar, entendiendo si están en medio de una partida, si les queda mucho, si se puede parar y guardar o juegan con más gente, etc.
La preocupación de los educadores en este tema suele aparecer cuando se percibe una dedicación de tiempo excesiva. ¿Qué les dirías a unos padres preocupados por las horas que su hij@ dedica a los videojuegos?
Lo primero que le preguntaría es si saben a qué juega su hijo; si saben si es bueno o no con respecto a otros jugadores; si tiene amigos, de dónde vienen esos amigos del juego, etc. En el fondo, lo primero que intento es hacerles interesarse por lo que tanto le interesa a su hijo. Quizá porque es la manera más fácil de que puedan hablar juntos, de quitar tabús que probablemente haya. Se trata de establecer la confianza adecuada para que se pueda hablar de estos temas con normalidad. No creo que todos los padres tengan que jugar a lo que juegan sus hijos (aunque lo recomiendo mucho), pero los hijos agradecen que sus padres quieran interesarse por entenderlos en su mundo.
Cada vez su oye hablar más de la realidad virtual, también en el ámbito de los videojuegos. La experiencia parece fascinante. ¿Cómo se está desarrollando esta tecnología? ¿Podrías dar algún consejo desde la perspectiva educativa?
Es cierto que la realidad virtual ha ido creciendo en los últimos años, pero todavía le queda mucho para ser una experiencia accesible a todo el mundo que, a la vez, cumpla las expectativas que tenemos de ella. El hardware es todavía muy caro, y los gráficos no se acercan siquiera al 4k que ya tienen muchos juegos, pero con el tiempo llegará. Sin embargo, el horizonte de la RV es muy amplio, y en campos como la educación, exposiciones o museos han dado el primer paso al contar con dispositivos que te permiten realizar la visita como nunca antes se había pensado. La inmersión que genera es tal que la atención es absoluta, permitiendo una capacidad de recordar lo vivido muy singular.