El jueves se presentó en Madrid “En la tierra como en el cielo”, el primer libro sobre don Javier Echevarría, recientemente publicado en España y que va ya por la tercera edición
Justo el día en el que la tercera edición de En la tierra como en el cielo salía de imprenta, el primer libro sobre don Javier se ha presentado en Madrid. Se notaba en el ambiente que muchas personas han estado presentes en el evento por su cariño a un Padre que falleció hace ya un año y tres meses pero que, sin embargo, se siente vivo, cercano y estimulante.
Los parientes de don Javier Echevarría ocuparon las primeras filas del improvisado salón de actos prefabricado en el hall del ISEM Fashion Business School, en la sede de la Universidad de Navarra en Madrid. Monseñor Carlos Osoro, que es uno de los entrevistados en este libro, también quiso participar en esta presentación de las primeras páginas que salen a las librerías en torno a un amigo suyo al que “yo llamaba Padre”.
Tras la bienvenida de Santiago Herraiz, director de Ediciones Rialp, intervino Marta Ripollés, sobrina-nieta de don Javier. “Yo no he tenido mucho trato con el tío Javier. Sí que he recibido algunas cartas suyas. No soy de la Obra, ni le conocía particularmente. Pero me he leído el libro, y desde entonces, le he rezado. Ha sido una sorpresa conocer mejor a la persona de Javier Echevarría, y ahora entiendo perfectamente que la gente del Opus Dei le llame Padre”.
Historias vivas para dibujar a don Javier
La periodista Pilar Urbano fue la encargada de presentar al autor del libro, Álvaro Sánchez León. Desde el principio, casi como se cocinan las páginas de En la tierra como en el cielo, las preguntas de Pilar, sus acotaciones −Urbano es la periodista que más ha tratado a don Javier y la que más tiempo de entrevista, sin duda, ha registrado su grabadora− y las respuestas de Álvaro fueron pintando el collage de la persona, el Padre, el pastor, el obispo, el amigo, el hombre, el buen hombre que confirman haber conocido en primera persona los 45 entrevistados en este bosquejo periodístico.
Sánchez León explicó el porqué del título destacando que “lo que cuentan las personas que han vivido, conocido y trabajado con don Javier muestra que era una persona con los pies en la tierra, la mirada en el cielo, y el corazón en la gente”. Subrayó que la primera frase del libro −Javier Echevarría es de Nadal− “es toda una declaración de intenciones. Me interesaba conectar a don Javier con mi siglo y con mi generación. Me interesaba hablar de un obispo pegado a la tierra batida, deportista, luchador, ganador y derrotado a veces, heroico, sonriente, estimulante, moderno, atractivo también para esas personas de mi edad que andan en vaqueros por las grandes ciudades, en el metro, por la calle, con sed de felicidad. Este libro no está escrito sólo para las personas de la Obra. Ni mucho menos. Yo escribo estas páginas para todas las personas que quieren conocer mejor a uno de esos rostros que hacen creíble el mensaje cristiano en medio de nuestro mundo”.
Un hombre que ha dejado poso
Preguntado por Pilar Urbano, el autor de este primer texto sobre don Javier contó historias con alma, corazón y vida, de las que salpican todo En la tierra como en el cielo. Sobre la tarima salieron historias sencillas pero ilustrativas del valor de la amistad, de su amor a la Iglesia, de su afán de secundar las iniciativas de los Papas con los que ha convivido, de su relación filial con el Papa Francisco, de su papel en la presencia del Opus Dei en la opinión pública y del poso que ha dejado su figura, por ejemplo, en el ámbito de la Curia romana, como concreta en el libro el Prefecto de la Casa Pontificia, Mons. Georg Gänswein.
Pilar Urbano siguió pidiendo al autor pinceladas que dibujan a don Javier y su amor al mundo, la dimensión universal de la Obra, el orgullo del Padre y las historias de personas de la Obra de diversos países y en diferentes situaciones que don Javier ha seguido con especial atención.
No era fácil contar tantas historias que sirven para conocer mejor a don Javier sin desvelar todo el libro. En cualquier caso, las ventas indican que hay ganas de leerlo, y que a los lectores les está entusiasmando conocer de primera mano muchos detalles de cómo era un hombre en la tierra que mira al cielo.
El autor del libro lo tiene claro: “El motor de En la tierra como en el cielo es su personaje principal. Don Javier es un hombre tan de nuestro tiempo, tan humano, tan cercano, tan auténtico y tan imitable, que es lógico que estimule desde el cielo lo que siempre hizo sobre el terreno de juego: tirar de todos para arriba”.