Es el profesor Patrick J. Deneen, de la Universidad de Notre Dame, quien aúna estos tres libros y suscita la cuestión de la “minoría moral”, en un largo artículo publicado en First Things. Lo de la “minoría moral” hace eco a la “mayoría moral”, un movimiento que movilizó en los años ochenta a millones de cristianos −en su mayoría evangélicos− a favor de Reagan. La idea de fondo quería evidenciar que la población era sana pero no la élite política, y que había que llevar la voz de esa población −la “mayoría moral” silenciosa− a los centros de poder. Aquel experimento consideró cumplida su misión en 1989.
Treinta años después se constata (como hacen en modo diversos estos tres libros) que el problema no es solo la élite política, sino la sociedad en su conjunto, que ha perdido los puntos de referencia que se consideraban imprescindibles. La política no nos salvará, dicen, es preciso antes reconstruir una sociedad descompuesta (y aquí no faltan las referencias a la caída de Roma). Cada libro ofrece algunos pasos en la dirección de la reconstrucción. Más pesimista el primero (Dreher), más esperanzados −sin perder el realismo− los otros dos.