“Diseños que cambian vidas” es el nombre de una iniciativa de la ‘Fundación COSO’ y ‘Harambee’, que ha reunido a doce diseñadoras valencianas
El objetivo: conseguir becas para que treinta mujeres africanas puedan realizar estudios de Costura en el Centro Rural Ilomba, de Costa de Marfil. Una iniciativa en la que han ido de la mano el diseño, la comunicación y la solidaridad, con la mujer como protagonista.
Libertad, Hadiya (Regalo), Alika (La Más Bella), Harambee (Todos Juntos), Matumari (Esperanza), Kipande Kimoja (Mujer Luchadora), Ujasiri (Futuro) y A (letra que une África y Valencia) son algunos de los significativos nombres que las diseñadoras han escogido para sus modelos, realizados con telas traídas desde África especialmente para la ocasión. Los diseños han sido sorteados durante un encuentro benéfico en los jardines de la Hípica de Valencia.
«En COSO trabajamos desde hace años por mejorar la sociedad desde el periodismo y la comunicación, y hemos acogido a la ONG Harambee como parte de nuestra responsabilidad social corporativa», explica Luis Bodes, empresario del sector textil y miembro del Patronato de COSO. «Nos gustó mucho la idea de Harambee que, junto a la financiación de iniciativas, busca también una mejor comunicación de los valores y necesidades de África. Nos ilusiona dar a conocer sus proyectos: tanto, que ahora soy delegado de Harambee en Valencia».
«La idea de “Diseños que cambian vidas” surgió hace un tiempo durante una de las reuniones del equipo de Moda, Marca personal y Comunicación de la Fundación Coso», explica Amparo Ferrando, coordinadora del equipo. «Habíamos acompañado a Vanessa Koutuan, premio Harambee 2015, durante su visita a Valencia, y le oímos hablar de los problemas que se dan entre las mujeres del área de Bingerville, donde está situada Ilomba, la Escuela Rural que dirige. Los padres de las niñas prefieren no darles estudios: hay una costumbre ancestral de que estudien solo los chicos. Las profesoras de la Escuela tienen que hacer verdaderos esfuerzos para convencerles, y la existencia de becas es esencial para cambiar la situación. Además, muchas veces el problema es que realmente los padres no tienen dinero».
«Cuando Vanessa nos contó que una de las salidas profesionales que ofrece Ilomba es la de Costura, se nos iluminaron los ojos», dice Inmaculada Martínez, ex modelo y miembro del equipo de COSO-Moda. «Entre nuestros amigos de la moda hay una gran sensibilidad por los problemas sociales, y todos sufren por la situación de África en particular. Pero no siempre sabemos cómo encauzar nuestra colaboración. La idea de realizar “Diseños por África” surgió instantáneamente en nuestra mente, y enseguida empezamos a darle vueltas para materializarla».
Gemma Sánchez-Ferragut trabaja como enfermera en un hospital de Valencia. Ha pasado temporadas en Costa de Marfil con su familia, ayudando como voluntaria en el dispensario médico de Ilomba. Buena conocedora de África, forma parte del equipo de Harambee en Valencia. «Tenían que ser telas africanas, y me ofrecí para conseguirlas. En Ilomba hacen una labor tan bonita que el esfuerzo valía la pena, y la idea de involucrar a diseñadoras valencianas me pareció estupenda. Todos deberíamos ayudar, porque lo necesitan mucho».
«Hablamos de nuestro proyecto con una productora, continúa Gemma, que se ofreció desinteresadamente a grabar a las diseñadoras para dar difusión al evento. Han realizado unos vídeos preciosos y de gran calidad, que han tenido amplio seguimiento en las redes sociales. Así hemos logrado uno de los fines de Harambee: un trabajo de comunicación para promocionar los valores de África». Las diseñadoras participantes no dudaron ni un instante cuando les ofrecieron la posibilidad de colaborar. El sentimiento es unánime: para ellas ha sido un regalo participar en este proyecto y poder ayudar con algo que está en su mano: su trabajo y su talento. Presen, Patricia, Bárbara, Andra, Rocío son algunas de ellas.
Entre las voluntarias que ayudaron en la organización del evento, alumnas de la Escuela de Formación ProfesionalAltaviana, destacaban la senegalesa Diariyatou Fall y la mozambiqueña Patricia Tomás Nhamtumbo, con los elegantes trajes de gala típicos de sus países. «Nos emociona lo que Harambee está haciendo por África: lo necesitamos mucho». «Somos conscientes de que esto es una pequeña gota en el océano de las necesidades de África. Pero también de que muchas pequeñas gotas son capaces de acabar produciendo una gran inundación de esperanza y progreso», concluye Luis Bodes, que está seguro de que esta iniciativa solidaria entre creadores de moda va a seguir dando frutos.