El fragmento pertenece a la colección de papiros de Oxirrinco (Egipto), que se conserva y edita en la Universidad de Oxford
«Ofrecerá luces nuevas para conocer mejor el cristianismo de los dos primeros siglos y lo que leían y pensaban los primeros cristianos de Egipto, así como sobre la formación de los evangelios»
Juan Chapa, decano de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y profesor de Nuevo Testamento, ha editado en Inglaterra un papiro de un probable evangelio apócrifo, hasta ahora desconocido. El fragmento recién descubierto por el experto pertenece a la colección de papiros de la antigua localidad egipcia de Oxirrinco. Estos se conservan y editan en la Universidad de Oxford bajo el patrocinio de la Egypt Exploration Society de Londres y la British Academy.
De reducidas dimensiones —7 x 7 centímetros—, está escrito por ambos lados y contiene restos de veintidós líneas. «En una cara relata parte de un exorcismo realizado por Jesús, que no encuentra su paralelo exacto en los cuatro evangelios canónicos. Más que un nuevo exorcismo, parece una síntesis de los ya conocidos por los otros evangelios y atestigua la importancia que tuvo entre los primeros cristianos esta actividad de Jesús», explica el profesor Chapa, quien colabora desde hace años con el proyecto de edición de papiros de la colección británica.
En la otra cara, el documento recoge unas palabras de Jesús dirigidas a sus discípulos y que «son una llamada al seguimiento radical, con una alusión a Jerusalén y al Reino», añade Juan Chapa.
Según este especialista en papiros, aún se desconoce el alcance del hallazgo, pero pone de manifiesto su gran importancia: «Ofrecerá luces nuevas para conocer mejor el cristianismo de los dos primeros siglos y lo que leían y pensaban los primeros cristianos de Egipto, así como sobre la formación de los evangelios».
Uno de los pocos manuscritos de la época
«Destaca especialmente por su antigüedad —aclara Juan Chapa—, pues fue escrito en torno al año 200. Se conservan muy pocos manuscritos de esa época, y menos aún testimonios de los ‘evangelios apócrifos’, que son los textos que por su contenido o forma se parecen a los cuatro evangelios incluidos en el canon del Nuevo Testamento: Mateo, Marcos, Lucas y Juan».
En ese sentido, comenta que de los dos primeros siglos sólo se posee poco más de una decena de manuscritos de los cuatro evangelios canónicos y únicamente cuatro de evangelios apócrifos: del evangelio de Tomás, del llamado Egerton Gospel —un evangelio desconocido que sólo se conoce por este manuscrito—, y de otros dos que algunos atribuyen al evangelio de Pedro.
El profesor de la Universidad de Navarra indica que los cuatro evangelios incluidos en el Nuevo Testamento son los que la Iglesia ha transmitido como testimonio auténtico procedente de época apostólica. «Los otros libros del mismo género que pudieron escribirse entonces se perdieron por no añadir nada nuevo a lo que contenían aquellos cuatro, o porque se elaboraron a partir de ellos con el fin de difundir alguna doctrina particular, en ocasiones en disconformidad con la que se encuentra en los evangelios canónicos», finalizó.