Ante el sufrimiento de millones de personas, el Santo Padre pide superar la indiferencia. Este es el núcleo central de su mensaje con motivo de la 49 Jornada Mundial de la Paz que se presentó en el Vaticano
Denuncia que esta indiferencia propicia políticas injustas que pisotean los derechos de los otros. También afecta al medio ambiente favoreciendo la contaminación y catástrofes naturales, forzando a comunidades enteras a abandonar sus hogares lo que da lugar a nuevas pobrezas.
Ante estas circunstancias, el Papa invita a una "conversión de corazón”, a que "el amor, la compasión, la misericordia y la solidaridad sean nuestro verdadero programa de vida”.
Por eso, lanza un triple llamamiento: Que se eviten las guerras, que se elimine o gestione justamente la deuda de los países pobres y que se establezcan políticas de cooperación respetuosas con la vida humana, en especial, dice el Papa, "que no perjudiquen el derecho fundamental e inalienable de los niños por nacer”.