Tan excelente como los contenidos académicos tiene que ser los valores, la sensibilidad e, incluso, el buen gusto
Pongámonos a prueba. Leamos que en Inglaterra contratan para los mejores puestos a aspirantes que proceden de colegios privados. Lo ha detectado la Comisión de Movilidad Social y Pobreza Infantil. El 70% de los empleos de las grandes empresas fueron para ex alumnos de escuelas privadas, por las que sólo pasa el 11% de la población. El titular de El País reza: "Examen de pijerío para trabajar en las empresas de élite británicas".
La primera parte del test consiste en comprobar si usted ya se ha rasgado las vestiduras. Parece que no, pues aquí sigue. Leamos más. Los entrevistadores de esas empresas no exigen limpieza de sangre ni ancestros lustrosos ni haber estudiado aquí o allá. Buscan −confiesan− una correcta apariencia personal, un manejo del idioma excelente y buenas maneras. Por tanto, el índice de contratados de las escuelas privadas es un resultado, no un propósito.
Si usted todavía no montó en cólera, o es muy curioso o entiende que alguien que va a pagar un buen sueldo prefiera empleados con cuantas más habilidades sociales mejor. La herramienta esencial para trabajar en grupo y para liderar es la buena educación. Que puede adquirirse, por supuesto, en una escuela pública. De hecho, hay un 30% de contratados de la enseñanza pública que superaron las mismas pruebas de selección. Pero parece que, ceteris paribus, se adquiere más en la privada. O eso piensan las empresas que la pagan.
De España nos faltan datos, pero mejor, porque así hacemos este test en abstracto, con el consuelo de que los ingleses son muy suyos. Continuemos.
La situación es injusta y ¿qué propondría usted para erradicarla? ¿Maldecir el capitalismo? ¿Prender fuego a esos colegios, no dejar piedra sobre piedra y sembrar de sal sus campos de deporte? ¿Imponer la paridad de contratación de alumnos de institutos públicos? ¿Acabar con todo concierto a los colegios privados de modo que sólo los ricos puedan escapar −por ahora− a la bendición de la igualdad?
¿O cree que el dato debe ser un acicate para la reflexión y la mejora de la enseñanza pública? La pública es la vertebradora de la sociedad y la mejor herramienta de ascenso social, si funciona. Para lo cual tan excelente como en los contenidos académicos tiene que serlo en los valores, la sensibilidad e, incluso, el buen gusto.
¿Ha llegado usted hasta aquí y sus vestiduras permanecen incólumes? No sé si darle el pésame: somos unos raros.