“Y el corazón de Dios, en la Noche santa, ha descendido hasta un establo: la humildad de Dios es el cielo. Y si salimos al encuentro de esta humildad, entonces tocamos el cielo. Entonces, se renueva también la tierra”
María, José, Jesús Niño, ocupan de un modo muy especial el centro de nuestro corazón. ¿Qué nos dice, qué nos enseña la vida a la vez sencilla y admirable de esa Sagrada Familia?
Cabe preguntarse si no habremos caído, muchos cristianos, en el “mito del progreso” (materialista) o en una fe que no ha sido suficientemente pensada y hecha cultura, de manera que hayamos contribuido a la idea de que el mensaje del Evangelio es individualista
El Papa Benedicto XVI pide reafirmar y proclamar con fuerza el misterio salvífico de la Navidad en medio de los hombres, que (...) corren el riesgo de convertirse en seres sin sentido víctimas del vacío del relativismo
Publicamos un texto sobre la Navidad. En él se recuerda que los Magos llevaron oro, incienso y mirra. ¿Y qué llevamos nosotros al Niño Jesús?: El trabajo de todas las actividades humanas
Cada vez más, las tradiciones se disuelven o son suplantadas por modas nuevas que no explican nada ni ayudan a entender el sentido de nuestra vida. Los que más corren el peligro de perderlo todo son los niños
Lo mejor que puede hacer cualquier estado es proteger y promover la institución de la familia. Un estado avanza hacia la violencia y la injusticia cuando daña o incluso destruye el núcleo fundamental, donde se aprende a vivir para la paz
Todos tienen el derecho de oír la “buena nueva”; a los cristianos corresponde el deber de evangelizar, que significa no solo “enseñar una doctrina, sino anunciar al Señor Jesús con la palabra y las obras”
La Navidad nos muestra dónde se esconde la grandeza de Dios: en un pesebre, en unos pañales, en una gruta. "Dios se humilla para que podamos acercarnos a El, para que podamos corresponder a su amor con nuestro amor"
Entre ellas, el número de abortos es mayor que el de nacimientos vivos. Defender el derecho a elegir el aborto hace del tema una mera preferencia personal, sin reconocimiento alguno de los principios objetivos de lo bueno o lo malo