El Papa Benedicto XVI pide reafirmar y proclamar con fuerza el misterio salvífico de la Navidad en medio de los hombres, que (...) corren el riesgo de convertirse en seres sin sentido víctimas del vacío del relativismo
En la última Audiencia General de este año, celebrada hoy en el Aula Pablo VI, el Papa Benedicto XVI señaló la grave necesidad de que el cristiano reafirme con fuerza el misterio de la salvación de la Navidad en medio de los hombres que al negar que la Verdad exista y se haya manifestado corren el riesgo de convertirse en seres sin sentido víctimas del vacío del relativismo.
Tras constatar que el mundo secularizado ignora o considera conceptos superfluos para la vida realidades como la Encarnación del Hijo de Dios, el Santo Padre denunció la hodierna idea de la tolerancia y del pluralismo según la cual creer que la Verdad se haya efectivamente manifestado parece ser incluso un atentado a la tolerancia y a la libertad del ser humano.
Sin embargo si se elimina la verdad preguntó el Pontífice, ¿el hombre no se convierte en un ser sin sentido? ¿No nos obligamos a nosotros mismos y al mundo a adherir a un vacío relativismo?.
"¡Qué importante es por eso exclamó, que reafirmemos con fuerza el misterio de salvación que trae consigo la celebración de la Navidad de Cristo! En Belén se manifestó al mundo la Luz que ilumina nuestra vida; se nos reveló la Vida que nos conduce a la plenitud de nuestra humanidad. Si no se reconoce que Dios se ha hecho hombre, ¿qué sentido tiene festejar la Navidad?".
Por ello, añadió el Pontífice los cristianos hemos de proclamar con profunda y sentida convicción la verdad del nacimiento de Cristo, para testimoniar frente a todos la certeza de un don inaudito, que es riqueza no solamente para nosotros, sino para todos".
En este sentido Benedicto XVI resaltó que "de aquí surge el deber de la evangelización, que consiste precisamente en comunicar este eu-angelion, esta buena nueva. Es lo que recuerda el reciente documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, 'Nota doctrinal acerca de algunos aspectos de la evangelización', que deseo proponer a vuestra reflexión y a vuestro estudio personal y comunitario".
Al finalizar su alocución, el Santo Padre exhortó a pedir a Dios en la oración que la violencia sea vencida por la fuerza del amor, las contraposiciones cedan su lugar a la reconciliación, la voluntad de dominio se transforme en deseo de perdón, de justicia y de paz. Que los deseos de bondad y de amor que nos intercambiamos en estos días lleguen a todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana".
"Que el mensaje de solidaridad y de acogida que proviene de la Navidad concluyó, contribuya a crear una sensibilidad más profunda ante las viejas y las nuevas formas de pobreza, ante el bien común, en el que todos estamos llamados a participar".