Las crisis ofrecen una ocasión de discernimiento, nos impiden dormir en los laureles
LaIglesiaEnLaPrensa.com
Un joven intelectual francés, Fabrice Hadjadj, judío convertido al catolicismo hace doce años, señala en una entrevista publicada por Le Figaro que la crisis que atraviesa la Iglesia no es algo nuevo. En realidad, afirma, las ha habido mucho peores. «Si se mira sin prejuicio, el fenómeno increíble es que mientras todas las demás instituciones han sido barridas por las tormentas de la historia, he aquí que después de dos mil años la barca de Pedro sigue su ruta, con una sucesión apostólica sin interrupción y una enseñanza que se ha desarrollado en lo esencial sin contradecirse».
Desde luego, la crisis de los abusos ha afectado a la imagen pública de la Iglesia, pero «la Iglesia no es una chica de portada (cover girl), no vive de su imagen mediática». Hadjadj subraya que si la Iglesia viviera pendiente de la "imagen" ya no podría hablar al corazón del hombre, sino que tendría que estar preocupada por seguir las corrientes y modas del momento.
Eso no quiere decir que el interés de la prensa por los abusos carezca de fundamento. «Los crímenes cometidos por un sacerdote son mucho más graves que si fuesen cometidos por un profesor de educación física, por ejemplo. Y eso puede legitimar la emoción de los medios de comunicación que hemos visto». La paradoja es que si se ataca especialmente a los hombres de Iglesia que se pervierten, eso quiere decir que se tiene conciencia de la pureza de su misión…
De hecho, desde el punto de vista de la santidad de la Iglesia, esos crímenes son más graves de lo que los medios no cristianos pueden imaginar. Hadjadj concluye sus comentarios señalando que las crisis ofrecen una ocasión de discernimiento, nos impiden dormir en los laureles y nos empujan a interrogarnos sobre el sentido y a excavar en nosotros mismos.