Hay problemas, pero lo importante es que la familia ofrece soluciones...
Nación.com
La estabilidad jurídica y preparación de los matrimonios sostiene la paz social. Si una sociedad tiene éxito o falla en la formación de familias, es un claro asunto de preocupación política. Así lo señaló William Galson, antiguo asesor de Clinton del Partido Demócrata.
Toda sociedad necesita una base sólida de familias saludables, en orden y que funcionen bien, afirmó Wade Horn, del Partido Republicano, hoy en la oposición.
Superficialidad engañosa
La violencia se acrecienta cuando no existe formalidad y seriedad en las parejas, que se juntan sin papeles... y sin deseos de casarse, según el estudio canadiense Cohabitation and Marriage: How Are They Related?, publicado por el Instituto Vanier de la Familia (Otawa), en 2005.
Allí se resume el hecho de que la cohabitación previa al matrimonio provoca índices más altos de divorcio. Según la encuesta Social General Canadiense, en el grupo de edad de entre 20 y 30 años, el 63% de las mujeres cuya primera relación había sido de cohabitación, se había separado en 1995, en comparación con el 33% de las mujeres, que se casaron en su primera relación.
Hay evidentemente un violento ataque a la familia y al matrimonio. Sin embargo, a pesar de la metralla enemiga, la realidad es que el matrimonio sólidamente establecido, bien preparado, refrendado jurídicamente, y para siempre, es fuente de seguridad y estabilidad. Es un bien para la estabilidad del país.
Paz con diálogo
Hay problemas, hay realidades, pero lo importante es que la familia ofrece soluciones... la felicidad sí es posible. La familia socializa la persona. En ella se aprenden los criterios, los valores y las normas de convivencia esenciales para el desarrollo y bienestar de sus propios miembros y para la construcción de la sociedad: libertad, respeto, sacrificio, generosidad, solidaridad (T. Bertone).