La cuestión es si el aborto es un crimen o un derecho; la cosa no ofrece dudas
La Gaceta
Para la vida pública española, mi mejor deseo en el año que acaba de comenzar es que no salga adelante la reforma legislativa sobre el aborto. Es lo más grave que se ha producido no sólo durante el año pasado, sino en mucho tiempo. La aceptación social del aborto entraña el ocaso de la civilización y el regreso de la barbarie.
Es muy probable que esta batalla legal se pierda, pero la guerra moral no. El año pasado asistimos a un formidable y ejemplar movimiento ciudadano en favor de la vida, y es seguro que no va a cesar. El debate tiene lugar entre los que defienden la vida humana como un derecho y un valor intangibles y quienes consideran que la mujer tiene derecho a matar al embrión durante un plazo.
Es decir, la cuestión es si el aborto es un crimen o un derecho. La cosa no ofrece dudas. Y la prueba es que quienes lo consideran un derecho escamotean su posición y tratan de ocultarla bajo eufemismos o falsedades.
Y si afirmo que ésta es la cuestión más grave, no creo cometer exageración. Si es lícito matar a un ser humano no nacido, el derecho a la vida deja de existir y todo puede pasar a ser jurídicamente lícito.
Tampoco se trata de algo que enfrente a los católicos con los demás. Todas las religiones condenan el aborto. Ni siquiera se trata de una cuestión de fe religiosa. No hace falta ser creyente para rechazar el aborto. Pero en cualquier caso, pretender que sólo se oponen al aborto los cristianos fundamentalistas es una mentira (o un error culpable).
Queda aún el paso por el Senado y la votación definitiva en el Congreso. Me temo que poco o nada cabe esperar. Poco confío también en el recurso al Tribunal Constitucional. Ni siquiera estoy seguro de que un Gobierno del PP, aunque quizá repare los mayores horrores, legisle correctamente.
Sólo espero algo más de la reacción ciudadana. Tampoco es mucho. Pero mi mejor deseo para el nuevo año es que matar seres humanos antes de nacer no sea un derecho en mi Nación. Nada me parece más importante.