El milagro [de la unidad] es posible; es más, nunca ha estado tan cerca
LaIglesiaEnLaPrensa.com
Una audiencia privada con Benedicto XVI fue el punto culminante de la primera visita a Roma del nuevo ministro de asuntos exteriores del Patriarcado Ortodoxo de Moscú, Hilarion de Volokolamsk.
El arzobispo ortodoxo, respondiendo a algunas preguntas de la prensa, hizo unas declaraciones que me han parecido particularmente significativas. Aquí va el párrafo:
Apoyamos al Papa incluso cuando sus valientes declaraciones suscitan reacciones negativas por parte de algunos políticos o personalidades públicas, o son criticadas y a veces malinterpretadas por parte de algunos medios de comunicación. Consideramos que el jefe de la mayor iglesia cristiana no deba estar pendiente de ser políticamente correcto, ni se deba adaptar a la mentalidad dominante o buscar ser aceptado. Creemos, por el contrario, que tenga el deber de testimoniar la verdad. Por tanto, le apoyamos incluso cuando sus palabras encuentran oposición.
Decía que me han llamado la atención porque declaraciones de ese tipo (y cuesta decirlo, pero es verdad) no las subscribirían todos los obispos católicos.
Ese clima de cordialidad y cercanía estaba presente en una entrevista con el arzobispo católico de Moscú, mons. Paolo Pezzi, publicada el domingo pasado en Corriere della Sera (pdf).
Según mons. Pezzi, el milagro [de la unidad] es posible; es más, nunca ha estado tan cerca.
Con esos datos, me parece que conviene estar particularmente atentos a la próxima reunión de diálogo católico-ortodoxa (que tendrá lugar en Chipre el próximo octubre) y a la marcha de los preparativos para la futura celebración de un sínodo pan-ortodoxo (algo que no se consiguió realizar en todo el siglo XX).