Ante la experiencia de nuestros errores y las contrariedades del día a día, aconseja acercarse a la Virgen
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Recuerda el Prelado del Opus Dei en su carta pastoral de septiembre que comienza otro mes rico en fiestas de la Santísima Virgen que, como siempre, colman de gozo el corazón de los que nos sabemos hijos suyos.
Para Mons. Echevarría, además, conserva especiales remembranzas porque fue un 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de Nuestra Señora, cuando pedí la admisión en el Opus Dei.
Recoge unas palabras de San Josemaría, quien refiriéndose a la llamada de los Reyes Magos, en su camino hacía Belén conducidos por una estrella, aseguraba que es nuestra misma experiencia. También nosotros advertimos que, poco a poco, en el alma se encendía un nuevo resplandor: el deseo de ser plenamente cristianos; si me permitís la expresión, la ansiedad de tomarnos a Dios en serio.
Al recordar que la tradición ha llamado a María Omnipotencia Suplicante, porque lo que Ella pide a su Hijo se nos concede infaliblemente. Nuestra Señora conoce muy bien lo que sirve para la gloria de Dios y provecho espiritual nuestro, y precisamente invoca eso para nosotros, urge a acudir a su intercesión, especialmente durante este mes en el que abundan las celebraciones marianas.
Anima a preguntarse si nos dirigimos con frecuencia a nuestra Madre durante la jornada, en las necesidades grandes y en las pequeñas. ¿Viene a nuestro corazón y a nuestros labios aquella tierna invocación ¡Madre, Madre mía! que brotaba con continuidad de los labios de nuestro Padre? ¿La llamamos con la urgencia y el abandono del hijo que requiere los cuidados maternales?.
Invita Mons. Echevarría a fomentar un amplio apostolado para difundir la necesidad del sacramento de la Reconciliación y dar gracias por este medio de alcanzar el perdón de los pecados, que el Señor ha entregado a la Iglesia y, con palabras de San Josemaría, afirma que quiero que vosotros y yo tengamos esa visión de lucha; que no perdamos nunca de vista que en la vida interior es necesario pelear sin desánimo; que no nos desalentemos cuando al intentar servir a Dios, no una vez sino muchas, tengamos que rectificar.
Recuerda que el próximo día 15 se cumple un nuevo aniversario del nombramiento de D. Álvaro del Portillo como primer sucesor del Fundador del Opus Dei y pide acudir a su intercesión para que nos alcance de Dios la serenidad, la paz del alma que en todo momento difundía a su alrededor, muy especialmente en los momentos de tensión o dificultad.
Pide rogar porfiadamente en este Año sacerdotal por las vocaciones sacerdotales, por la santidad de todos los ministros sagrados.
Y asegura que nos espera una abundante y gozosa labor de almas. Por eso, deseo comunicaros que el pasado 15 de agosto, al renovar la consagración del Opus Dei al Corazón dulcísimo de la Virgen, he manifestado a nuestra Madre que deseamos hacer propia la plegaria de San Josemaría, en Loreto, en 1951, para que el celo por la humanidad entera nos consuma a diario.
Texto completo de la Carta del Prelado del Opus Dei