En nuestra mano está que sigamos pisando nubes o pisemos la tierra firme
VolandoLibre
He leído recientemente que nuestro futuro cibernético va a pasar ineludiblemente por lo que se está dando en llamar: la nube. Se trata de agrupar y almacenar todo tipo de aplicaciones on-line en este espacio virtual, de tal manera que allí juntemos películas, fotos, música, libros, juegos y hasta series de televisión. Así, estés donde estés, bastaría con conectarte para tener acceso a ese menú preferido a esa vasta biblioteca que te has ido creando.
No sé si de verdad iremos por este camino, pero tiene toda la pinta de que así sea. No obstante, intuyo que lo mismo que hace 15 años éramos absolutamente incapaces de predecir el desarrollo increíble de internet y las posibilidades que nos ofrecería, de igual forma será difícil que sepamos ahora todos los avances que nos vayan a venir en este campo y seguro que la técnica avanzará a velocidades de vértigo. Lo que sólo hemos podido imaginar en películas de ciencia ficción quizás un día lo tengamos a nuestro alcance.
Pero llámese nube o de cualquier otra manera, lo importante es que seamos nosotros los que dominemos y utilicemos los instrumentos para el bien, y no que sean ellos los que dominen nuestras mentes, nuestro tiempo libre, nuestro subconsciente o nuestros deseos ocultos.
Mal estaríamos si nos quedamos flotando en las nubes del ciber-espacio y olvidamos la realidad que nos rodea, el barro que pisan muchos hermanos nuestros, la comida que muchos no tienen, el agua de la que carecen, el techo que no les cobija, la enfermedad o el dolor de tantos, la soledad del que nada espera, o la sequedad del que ni siquiera ha oído hablar de que existe un Dios, que es su Padre, y que le ama profundamente.
En nuestra mano está el que ahora y mañana sigamos pisando nubes o pisemos la tierra firme.