Paraula
Don Jorge Nava es el vicario del Opus Dei en Valencia. Nace en Madrid el 30 de noviembre de 1958.
Licenciado en Derecho, de 1980 a 2002 ejerce de abogado en Madrid y forma parte de la junta directiva de la Unión de Escuelas Familiares Agrarias.
Desde 1985, también es miembro del patronato de la Fundación Promiva, iniciativa pionera en la integración laboral de minusválidos psíquicos.
En 2002, se traslada a Roma para completar los estudios teológicos.
Doctor en Derecho Canónico por la Universidad de Navarra (2003).
En julio de 2007 es nombrado vicario de la Delegación de la Prelatura del Opus Dei en Valencia.
¿Cuál es la misión de un Vicario del Opus Dei?
Secundar todo lo que el Prelado de la Obra quiere en una circunscripción. También servir de unión entre la sección de hombres y la de mujeres. El Opus Dei está extendido por todo el mundo. Los vicarios tratamos de hacer llegar a todos el cariño sobrenatural y humano del Prelado
¿Cuáles son sus relaciones con la diócesis? ¿Conoce ya al nuevo arzobispo?
Las relaciones con la diócesis de Valencia son excelentes, desde siempre. Cuando llegué a Valencia, noté enseguida la acogida de don Agustín García-Gasco. Y a don Carlos Osoro tuve ocasión de saludarle el día de su toma de posesión.
Además, el próximo día 26 de junio irá a presidir la misa de la festividad de San Josemaría en la parroquia que tiene dedicada en Valencia.
¿Qué pide a quienes desean formar parte del Opus Dei? ¿Les llegan vocaciones de los centros educativos?
Ser mayor de 18 años y haber recibido la llamada o vocación a este camino de la Iglesia que se resume en la santificación de la vida ordinaria. Efectivamente una parte de las personas que desean colaborar en la Obra proceden de colegios o centros educativos, vinculados o relacionados, pero muchos otros llegan por el conocimiento de la Obra en otros lugares.
¿Por qué se hizo usted del Opus Dei?
La semana pasada leí la entrevista que en Paraula le hicieron al nuevo vicario general. La respuesta que dio sobre su vocación, respecto a que quería ser como los sacerdotes que conocía, es similar a lo que me sucedió a mí. Cuando tenía 13 años, en el colegio donde estudiaba, el colegio Tajamar, en Vallecas, entré de casualidad en una reunión de mucha gente que había en el salón de actos Allí vi a San Josemaría y me impactó tanto verle y oírle que pensé "Quiero ser como él". Me impresionó su confianza, su normalidad para hablar de Dios a los hombres. Más adelante, al conocer a otros miembros del Opus Dei que vivían ese espíritu, confirmé aquellas impresiones.
¿Qué libro recomendaría para conocer mejor el Opus Dei y a su fundador?
Pues posiblemente "Entrevista sobre el Fundador del Opus Dei", de monseñor Álvaro del Portillo. Es un libro que se lee muy bien.
¿Que relevancia tiene Valencia dentro del Opus Dei?
Valencia es el segundo lugar del mundo donde se instaló la Obra, después de Madrid, que fue donde se fundó. En la Comunidad Valenciana hay alrededor de 10.000 personas vinculadas o relacionadas con el Opus Dei entre miembros y cooperadores. Sacerdotes de la prelatura hay medio centenar, y sacerdotes que participan de la espiritualidad del Opus Dei cerca de un centenar.
Vivimos un momento de crisis económica en el mundo, y en España ya hay un millón de personas que ya no pueden ni cobrar el paro. ¿Sabemos los hombres y mujeres del siglo XXI convivir con el sufrimiento?
Los cristianos sabemos que la Cruz forma parte del panorama de la vida. Jesucristo no explica el por qué del sufrimiento pero le da sentido. No es real presentar la vida humana como algo exento de sufrimiento. Aceptar el sufrimiento no es fácil, pero si no se aprende y se ejercita uno en hacerlo, luego es mucho peor. Todo lo que pasa es para bien y aceptar la realidad, con sus momentos de dolor y de alegría, nos une a Jesucristo
¿Qué podemos hacer los cristianos ante la crisis económica?
Dar ejemplo de templanza y ayudar. Arrimar el hombro con los necesitados. Es una oportunidad para eliminar cosas superfluas y ayudar a través de Cáritas, de las parroquias, etc. En el Opus Dei invitamos a ser más solidarios con las personas que lo están pasando mal. El ejercicio de la caridad es algo que se fomenta mucho en la Obra. Hay muchos jóvenes que van a visitar enfermos y a personas necesitadas.
¿Qué proyectos tienen en la diócesis de Valencia?
El proyecto principal que constituye nuestro servicio específico a la Iglesia, es vivir el propio carisma: promover la toma de conciencia de que todos estamos llamados a la santidad en la vida ordinaria. En este sentido, nuestro deseo es impulsar más medios de formación cristiana en todos los ambientes. San Josemaría decía que el Opus Dei es una gran catequesis.
El laicismo radical y beligerante ¿está deformando ante la sociedad la religiosidad y la imagen de la Iglesia?
El hombre alcanza su plenitud y es feliz cuanto más cerca esté de Dios. Lo esencial del cristianismo es el encuentro con la persona de Jesucristo. La Iglesia no es una serie de normas, lo esencial es amar a Jesucristo, al prójimo, luego ese amor nos llevará a las normas, al respeto, a la fidelidad, pero lo primero es el amor.
¿Qué piensa sobre el Año Sacerdotal que empieza este año?
Creo que va a hacer mucho bien a la Iglesia. Hace falta pastores santos que ofrezcan su testimonio dentro y fuera de la Iglesia. Además, son necesarias más vocaciones sacerdotales. Y para esto las familias cristianas deben educar a sus hijos en la fe y sentirse colaboradoras de los planes de Dios
Y, ¿qué va a suponer el Año sacerdotal para los laicos?
Redescubrir, como decía San Josemaría, el alma sacerdotal que tenemos todos los bautizados. Unos, el sacerdocio ministerial. Y el resto, el sacerdocio común. Tener alma sacerdotal es, como él también decía, "ser alfombra para que los demás pisen blando".
Hablar de sacerdocio en la Iglesia es también hablar de algunos sacramentos que la Iglesia reserva a los sacerdotes. Los sacerdotes del Opus Dei parece que le conceden mucha importancia a la confesión o reconciliación, ¿tiene inconveniente en que le pregunte con qué frecuencia se confiesa?
En absoluto, me confieso una vez a la semana y lo recomiendo a cualquiera Es más, le voy a contar una anécdota. La semana pasada, cuando iba a confesarme en la iglesia San Juan del Hospital, un chiquillo me preguntó: "Pero padre, ¿usted también se confiesa?". "Pues claro", le contesté. Los médicos también van al médico. Y no hay que esperar a ir al médico cuando uno ya no puede ni tenerse en pie. No hay que tener miedo o aprensión a la confesión, es una liberación espiritual y humana. Ya sé que hay quien piensa que no tiene nada de qué confesarse, pero siempre hay cosas en las que uno puede mejorar, ¿quién no puede ejercer más la caridad o el amor?
En ocasiones parece que la confesión no es el sacramento que más ejercen algunos sacerdotes.
No creo que sea así del todo. El Papa nos ha recordado muy recientemente que hay que estar en gracia de Dios para acercarse a la comunión, y el catecismo de la Iglesia es claro al respecto. Confesarse con frecuencia hace mucho bien.
Introducción a la serie sobre “Perdón, la reconciliación y la Justicia Restaurativa” |
San Josemaría, maestro de perdón (1ª parte) |
Aprender a perdonar |
Verdad y libertad |
El Magisterio Pontificio sobre el Rosario y la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae |
El marco moral y el sentido del amor humano |
¿Qué es la Justicia Restaurativa? |
“Combate, cercanía, misión” (6): «Más grande que tu corazón»: Contrición y reconciliación |
Combate, cercanía, misión (5): «No te soltaré hasta que me bendigas»: la oración contemplativa |
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