El mundo necesita un gran líder espiritual. Y el Papa tiene ese liderazgo
Gaceta de los Negocios
En la jornada de la juventud en Colonia se reunieron un millón de jóvenes que tuvieron con Benedicto XVI una sintonía entusiástica y profunda; todavía quedan de aquella reunión, movimientos juveniles que mantienen contacto con el Papa y se ofrecen para secundar sus iniciativas.
En Colonia hubo un grupo de ocho o nueve con una pancarta en que rechazaban al Papa y daban vivas a la lujuria. Esta pancarta se hizo famosa porque casi todos los periódicos la publicaron con bastante relieve.
Se podría pensar que lo más llamativo fuera la desproporción de los bandos y no el texto de la pancarta y ocurrió que muchos jóvenes asistentes decidieron apoyar al Papa, con más energía, cuando vieron en la prensa la injusticia de la información.
La llamativa afluencia de jóvenes a las jornadas mundiales ha sido analizada por la prensa.
En la información sobre la Iglesia o sobre el Papa, además del trato privilegiado al disidente se tropieza con la prisa, que dificulta, sólo dificulta, la comprensión de lo que se dice por atender al aspecto más inmediato y superficial del asunto.
En la pregunta a Benedicto XVI sobre el sida, en el avión, además de la prisa con que se trabaja, están el posible prejuicio que deforma el sentido de una respuesta y la identifica con la idea que previamente tiene el periodista y el deseo de producir un impacto.
Pero The Guardian, Washington Post y Le Monde informaron bien, apreciando que la respuesta papal está de acuerdo con las orientaciones de la Medicina. No hace falta ser un experto vaticanista para entender las palabras del Pontífice, puede ser suficiente la disposición para la escucha y un respeto a la autoridad intelectual y moral del que habla.
Hay diversos momentos en la vida, y muchas veces lo clamorosamente noticiable, que resultan ser triviales y algunos, aparentemente pequeños, sucesos, a la larga, son trascendentales. Del polémico viaje de Benedicto XVI a Israel escribe el rabino Yechiel Ecksteinen en The Wall Street Journal no sólo que el viaje ha sido un éxito sino que el mundo necesita desesperadamente el modelo de Benedicto XVI, para la reconciliación y Simon Peres, presidente de Israel afirma en declaración a los periodistas: Ha afrontado las cuestiones más serias de nuestro tiempo. El mundo necesita un gran líder espiritual. Y el Papa tiene ese liderazgo moral y de pensamiento.
Se oye decir que la Iglesia no sabe informar. ¿Pero cuántos preguntan por los esfuerzos médicos, asistenciales, científicos que hace la Iglesia en todo el mundo luchando contra el sida?
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Benedicto XVI y la emergencia educativa, por Diego Contreras en LaIglesiaEnLaPrensa.com