Las fiestas litúrgicas del mes de junio dan pie al Prelado del Opus Dei para invitar a tratar con más intimidad a Dios en la vida ordinaria
En su carta pastoral de junio, las fiestas litúrgicas de este mes dan pie al Prelado del Opus Dei para invitar a tratar con más intimidad a Dios en la vida ordinaria.
Como en la primera Pentecostés, afirma Mons. Echevarría, la Santísima Virgen nos ha ayudado a prepararnos para recibir una nueva efusión del Paráclito. Ahora, al recomenzar el Tiempo ordinario, podemos tomar esta circunstancia como una invitación más a santificar la vida corriente de cada día, entretejida de horas de trabajo y de las múltiples relaciones que se originan en el trato familiar y social. Se repite lo que nos enseñaba nuestro Padre: no cambia lo externo del trabajo y, a la vez, diariamente, ¡cambia!, por el amor nuevo que pongamos al realizarlo.
Continúa, recordando unas palabras de San Josemaría en la homilía Amar al mundo apasionadamente: cuando un cristiano desempeña con amor lo más intrascendente de las acciones diarias, aquello rebosa de la trascendencia de Dios. Por eso os he repetido, con un repetido martilleo, que la vocación cristiana consiste en hacer endecasílabos de la prosa de cada día. En la línea del horizonte, hijos míos, parecen unirse el cielo y la tierra. Pero no, donde de verdad se juntan es en vuestros corazones, cuando vivís santamente la vida ordinaria...
Hace referencia a las fiestas de las próximas semanas, la Santísima Trinidad, el Corpus Christi y el Sagrado Corazón de Jesús, y comenta que se nos presentan como manifestaciones del amor de Dios por los hombres y, en este sentido, constituyen una síntesis de todos los misterios salvíficos.
En relación a la festividad del Sagrado Corazón de Jesús, recuerda que ese día, además, comienza el año sacerdotal que Benedicto XVI ha convocado en la Iglesia universal, con ocasión del 150º aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars y urge a animar a todas las personas que podamos (
) a estar en primera línea, junto al Papa y a los Obispos, rezando para que no falten en la Iglesia muchos y santos sacerdotes.
Haciendo mención a otras fiestas y aniversarios de este mes: el Inmaculado Corazón de María, el aniversario de la ordenación de los primeros sacerdotes de la Obra, la fiesta litúrgica de San Josemaría... afirma que cada una de esas fechas, a su modo, puede y debe suponer un nuevo impulso para intensificar nuestra entrega a Dios y a los demás por Dios, y nuestros afanes apostólicos con hechos concretos.
Texto completo de la Carta del Prelado del Opus Dei (Junio, 2009)