Intervención de monseñor Blázquez en la Universidad de Navarra
El obispo de Bilbao y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española clausuró el XXX Simposio Internacional de Teología de la Universidad de Navarra, España, dedicado a "La communio' en los Padres de la Iglesia". En su intervención, el prelado destacó la necesidad de ofrecer a los jóvenes razones para creer, vivir y sufrir por la verdad y el bien.
"Los jóvenes detectan los movimientos de la cultura y la sociedad. Es necesario ofrecerles razones para creer, vivir y sufrir por la verdad y el bien. Ellos responden a las solicitaciones del trabajo por la paz, la solidaridad y las causas de la libertad; pero necesitan que esos valores arraiguen en el Evangelio y la fe en Jesucristo. Su corazón, como el de toda persona, se sacia con mensajes verdaderos y proyectos humanizadores, aunque sean sacrificados", dijo monseñor Blázquez.
Para el obispo de Bilbao, la Iglesia debe "recordar las verdades inscritas en la condición humana y ayudar a que en la familia la fidelidad y entrega mutua y la educación en la fe y los grandes valores humanos sean una realidad".
Consideró que el intento de redefinir el matrimonio en la legislación y los llamados modelos de familia "han introducido cierto oscurecimiento sobre su estructura fundamental y debilitado el sentido de la familia constituida por padres e hijos como referente básico".
Y aseguró que el mejor regalo que los padres pueden ofrecer a sus hijos es "su amor vivido en unidad y perseverancia". Así, "brotan las mejores condiciones para madurar los niños y jóvenes".
Ante el debate abierto en España sobre el aborto, monseñor Blázquez se preguntó: "¿Tiene una persona el derecho de privar a un ser humano del derecho fundamental a la vida? ¿No se devalúa así la dignidad y el valor de la persona humana?".
"La mujer que tiene dificultades para llevar adelante el embarazo debe ser acompañada, pero no tiene derecho a abortar eliminando al ser humano que está gestando", explicó.
Monseñor Blázquez expresó su confianza en que la próxima Jornada Mundial de la Juventud de 2011 en Madrid "sea cima e impulso de itinerarios pasados y futuros en la maduración humana y cristiana de los jóvenes. Estos encuentros resultan estimulantes y quienes participan son testigos de su personal experiencia".
Por último, al referirse a los cuatro años de pontificado de Benedicto XVI, comentó que "doy gracias a Dios por su persona, su ministerio papal y las tareas desarrolladas". Subrayó que, en una hora delicada de la historia, anuncia "con amor, humildad, paciencia, lucidez y valor la verdad sobre Dios, el hombre y el mundo a la luz del Evangelio".
Además, a los cristianos "nos ayuda a profesar con claridad la fe". Una constante en su magisterio consiste en "unir la fe y la razón en la vida y el servicio de la Iglesia", concluyó monseñor Blázquez.