La Razón
Estos científicos, Nicolás Jouve, Catedrático de Genética y Mónica López Barahona, Consultora de Bioética de la ONU saltaron a la palestra hace unas semanas con la «Declaración de Madrid», un manifiesto a favor de la vida. Ahora, sus colegas les acusan de «utilización ideológica de la ciencia». Ellos se defienden.
Hace apenas un mes Nicolás Jouve, catedrático de Genética de la Universidad de Alcalá, y la bioquímica y consultora de Bioética de las Naciones Unidas, Mónica López Barahona, ni se imaginaban que ocuparían la primera fila de la pancarta en defensa de la vida.
La reforma de la ley del aborto propuesta por Igualdad se «coló» en las conversaciones por correo electrónico de estos dos amigos desde hace años. Ellos, junto a otros científicos, decidieron que tenían que hacer oír su voz, la de la ciencia, que demuestra con hechos objetivables que la vida empieza en el momento de la concepción.
Desde ese instante, la vida ya es vida, y ellos salieron a decírselo a la sociedad, para que nadie se lleve a equívocos. A su manifiesto ya se han sumado dos millares de colegas.
Si la Ciencia habla desde la objetividad, ¿por qué el argumento no es suficiente para convencer?
Mónica López Barahona. Cuando el argumento objetivo y constatable que la ciencia ofrece, en vez de aceptarse tal cual se muestra, se trata de ideologizar o politizar, pues entonces efectivamente cada uno le pone el lazo que desea.
Pero el comienzo de la vida desde que el espermatozoide fecunda al óvulo es un hecho objetivo-científico como que la tierra gira en torno al sol o que existe la fuerza de la gravedad: constatado desde hace unos cuantos siglos e incuestionable. La discusión viene porque hay una argumentación ideológica, no científica, e incluso me atrevería a decir que también política.
Sin embargo, otro grupo de científicos ha hecho un contra manifiesto en el que denuncian la «utilización ideológica y partidista de la Ciencia» por su parte en la llamada «Declaración de Madrid», ¿qué tienen que decir?
Nicolás Jouve. Bueno, más que un contra manifiesto lo que han hecho es una acusación a los firmantes del primer manifiesto. Nosotros no nos basamos en datos ideológicos y creencias. En nuestro manifiesto no hay ni un solo dato que no se base en hechos constatados científicamente.
De hecho los cuatro primeros puntos de la «Declaración de Madrid» son una descripción de lo que la Ciencia dice con respecto al comienzo de la vida humana, que es justo el momento de la fecundación. Los puntos iniciales del manifiesto son irrebatibles y, curiosamente ellos no los rebaten, simplemente acusan y nos dicen que caemos en ideología cuando precisamente no hay ni un solo dato ideológico en el texto.
Nosotros ideología no tenemos. Entre los 2.000 firmantes hay gente de prácticamente todas las tendencias y creencias, incluso gente que no sabemos cómo piensan porque a nadie se le ha preguntado.
¿Por qué parece que estar en contra del aborto es sinónimo de ser católico y conservador? ¿Uno no puede estar en contra del aborto y ser de izquierdas o ateo?
MLB. Perfectamente. Estar en contra del aborto responde exclusivamente a la racionalidad y yo creo que, honestamente, en una reflexión sincera consigo mismo nadie está a favor del aborto. El aborto es el extremo al que se aboca un embarazo no deseado porque a la mujer no se le informa correctamente y no se le ofrece apoyo ni social, ni económico, ni una alternativa para el hijo que está gestando.
De hecho cuando esto se produce y cuando a la mujer se le informa adecuadamente, se le da el apoyo psicológico que necesita, el apoyo social, económico o familiar y la alternativa de adopción para ese hijo, en un porcentaje elevadísimo la mujer decide continuar adelante con el embarazo, con toda la valentía que supone. Son unas heroínas.
Ninguna mujer a priori en un conocimiento objetivo del hecho que va a practicar puede querer someterse a esta práctica, bien como una alternativa de anticoncepción que no lo es porque ya está concebido, bien como una solución a nada.
Hay muchas mujeres que no son de derechas, y son de izquierdas. O que no son de derechas, ni de izquierdas y están en contra del aborto. Y las conozco. Y hay muchas personas agnósticas que no están a favor del aborto. Creo que el tratar de ideologizar hechos tan trascendentes es un grandísimo error que no nos conduce a nada, a ninguna buena consecuencia.
NJ. Yo quería agregar un ejemplo. Ahí tienes al italiano Giuliano Ferrara, un hombre de izquierdas, que se declara en contra del aborto. ¿Qué es lo que pasa? Que en la sociedad española se ha asociado el progresismo con aborto, que es una cuestión que es contraria a la realidad, porque no hay nada más progresista que defender la vida.
MLB. El ejemplo de Ferrara es evidente, pero también los tenemos aquí. Recientemente conocí a tres mujeres embarazadas de 18, 20 y 16 años a las que se les ofreció el apoyo, el lugar donde seguir adelante con su gestación y la posibilidad de reinserción laboral.
La de 18 ya es madre de gemelos, la de 16 está a punto de dar a luz y la de 20 continúa con su gestación. Ninguna de ellas se declaró, y les pregunté específicamente, practicante de ninguna religión. Y ninguna de ellas se declaró afiliada, ni partidaria de ningún partido político. Sin embargo, la respuesta que me dio la de 18 fue que ningún partido político le había ofrecido una solución a su problema. La solución la había encontrado en otro lugar. Creo que son tres casos que están ahí. Y así tantos.
Para zanjar el tema del contra manifiesto, ¿por qué creen ustedes que lo han hecho?
NJ. Ellos se consideran de elite y yo no voy a poner en duda la calidad de un científico Ginés Morata, premio Príncipe de Asturias, ni de ninguno de los demás, a los que conozco desde hace tiempo y valoro mucho.
Dicho esto, ellos son 14 y se consideran una buena representación, pero nosotros somos 2.000. Y entre los 2.000 no todos van a ser de un nivel parecido, pero tenemos más de 200 catedráticos, cerca de 200 académicos de todas las reales academias y por lo tanto una elite científica y un reclamo para nuestros firmantes de la misma categoría y cualificación que ellos se atribuyen.
Cuantitativamente, apabullamos y, cualitativamente, creo que entre nuestros firmantes hay personas que pueden estar al mismo nivel. Por último, en su manifiesto yo sí que detecto una carga ideológica a favor del aborto.
Es más, reclamo que no se nos llame antiabortistas, aunque lo seamos, pero que no se trate nuestra declaración como la antiabortista y la de ellos la de la elite científica. Esa clasificación yo no la acepto.
¿Es factible legislar alternativas al aborto?
MLB. Creo que no sólo se puede, sino que se debe. Porque hay que tener en cuenta que la legislación y el apoyo económico parten de los impuestos de todos los españoles. Una sociedad que legisla exclusivamente a favor del aborto, no satisface el deseo de la mayoría, que entiende que el aborto es un drama.
¿Alguna idea de qué tipo de políticas se podrían proponer?
MLB.-El número de abortos en España, que es altísimo, coincide de manera importante con el número de mujeres en lista de espera para adoptar...
NJ. Es muy importante lo que dice Mónica. Si hablamos de legislaciones alternativas, una clarísima opción es una ley que facilite la adopción. Es más, en regiones como Valencia donde ya hay cierta actividad en adopción, el aborto ha descendido, no muy drásticamente, pero ya se está notando.
Lo único que hay que hacer es desarrollar esas normativas, facilitar que las personas que deseen tener un hijo adoptado lo consigan con más facilidad y no tengan que irse al extranjero.
MLB. Las listas de espera de adopción están de media, al menos en la Comunidad de Madrid, por encima de los cinco años. Hay una lista de espera para adopción internacional porque no hay nacimientos españoles y paralelamente hay un número similar de abortos. ¿No sería fácil encajar esas dos cuestiones? La alternativa es clarísima.
¿Alguna otra alternativa aparte de la adopción?
NJ. Lo importante es que haya más protección y ayuda a las embarazadas, que haya información, que se les comenten las secuelas y se les faciliten todos los medios para que salgan adelante con su hijo. Y si no pueden mantener al niño, que la sociedad los pueda acoger por medio de la adopción.
MLB. Este tipo de medidas es lo que propiciará que verdaderamente la mujer sea libre a la hora de elegir. Una mujer no es libre cuando está condicionada porque no tiene una familia que acoja el embarazo, porque no tiene medios económicos para salir adelante, porque cuando nazca el bebe no podrá dejarlo en una guardería, porque no encontrará un puesto de trabajo...
Con todos esos condicionantes una mujer no puede elegir libremente. Ahora bien, si a esa mujer se le ofrece un piso donde vivir, una asistencia sanitaria, se le garantiza una guardería y un puesto de trabajo en una empresa que la va a acoger, entonces, esos factores sí le dan a la mujer la condición propicia para, en el ejercicio de su libertad, decidir. Sin eso la mujer está muy condicionada.
Tenemos una ley del aborto con un coladero grande, ¿por qué hacer otra con un coladero mayor?
NJ. Parece diseñada no sólo para continuar con la misma situación, sino incluso para bendecirla. En vez de ir en contra de un abuso y un fraude de ley como el que se ha visto con los abortos en serie que se han hecho, sin un buen reconocimiento psiquiátrico que lo certifique lo instaura.
Bastaría con obligar a cumplir la actual ley para reducir el número de abortos, tal y como sucedió en Polonia, que se pasó de cerca de cien mil a dos mil al año, simplemente por obligar al cumplimiento de la ley, a que los certificados psiquiátricos fueran producto de una consulta médica real.
Hay que obligar a que se cumpla la ley como un primer paso, para luego replantearnos si realmente es aceptable el asunto del aborto, que en mi opinión no lo es en ningún caso, ni en ningún supuesto.
Si tuvieran que elegir una frase para convencer a la ministra cuando los reciba, ¿cuál elegirían?
MLB. Yo no iré a esta reunión, pero yo le diría que, ya que la propuesta de ley del aborto partirá del Ministerio de Igualdad, sería importante reflexionar sobre el hecho de que la vida del embrión tiene la misma dignidad que la de su madre, es decir, que son igualmente dignas.
NJ. A mí la ley me parece tremendamente machista y me asombra que salga de un Ministerio de Igualdad. Porque con esta ley, el que sale de rositas es el varón que deja embarazada a la chica y luego puede desentenderse aludiendo que ella tiene una ley que te va a resolver «el problema».
La ley deja toda la responsabilidad en la mujer, por lo que ahora el varón lo va a tener todavía más fácil. Parece una reforma contraria que haya podido salir de un ministerio pretendidamente de Igualdad.
El hombre, en cierto modo, también se convierte en víctima de esta futura ley que parece que no le contempla en ningún momento...
MLB. No, el hombre es como si no hubiera participado y, efectivamente, igual hay alguien que le gustaría que le consultasen.
NJ. Y al final, el que sufre las consecuencias es la criatura que no llega a nacer. Y por supuesto, la mujer, pero el que sale de rositas es el varón, totalmente indemne, se marcha y no pasa nada.
Durante la campaña electoral se dijo que se abriría un debate para ver si había consenso para reformar la ley del aborto. Parece que el debate se ha abierto a posteriori...
NJ. Es que no ha habido debate. No ha habido un sondeo a la opinión pública. Los políticos se han apropiado, y están en su derecho, de la representación de la gente, pero una cosa es eso y otra creerse que ellos saben todo o realmente son tan conocedores de que eso es lo que quiere la gente.
Si no se ha hecho ningún sondeo de un tema tan dramático en las consecuencias como éste, pues realmente ellos no tienen derecho a decir que la sociedad está esperando una ley más radical a la que ya hay. Cuando precisamente lo que estamos detectando en estos días es un enorme consenso en contra a cómo se estaba practicando esta ley y, desde luego, en contra a una reforma a más radicalidad.
El asunto del aborto es tan serio que no debe estar sólo en manos de los políticos. La sociedad debería también ser escuchada.
¿Tienen esperanza de que Aído recapacite?
NJ. Primero yo quisiera agradecerle el gesto de recibirnos, que a mí me parece un buen primer paso. Y espero que no se quede sólo en escucharnos. De alguna manera ahora restaura algo que se debería haber hecho antes, que es habernos recibido durante la fase de consultas en el parlamento.
Allí no se consultó al mundo de la ciencia, al académico, que tenían mucho que opinar. Pero además, ya que nos recibe que tenga en cuenta nuestras razones.
Y para concluir, ¿qué opinan de que puedan abortar niñas de 16 años sin consentimiento paterno?
MLB. Ya lo he dicho en otras ocasiones y lo reitero: Me llama poderosamente la atención que haya dos leyes en España que yo comparto y que prohíben comprar tabaco y alcohol a menores de 16 años y, sin embargo, las niñas de esta edad vayan a poder abortar.
Me parece que el efecto perjudicial del aborto es de por vida, el de una cajetilla de tabacos, si es sólo una, puede no ser de por vida, y el efecto de una borrachera de una noche, desde luego no es de por vida.
Y creo que esto está muy bien regulado en nuestro país, la prohibición de comprar tabaco y alcohol es un hecho, me llama la atención que una intervención quirúrgica en la que se elimina la vida de una persona y en la que sobrevive queda con secuelas de por vida sí se pueda hacer con 16 años y sin el consentimiento de los padres.
NJ. Quiero añadir que aparte está el aspecto de la inmadurez posible de una persona de 16 años. Lo primero que necesita en ese trance tan dramático de quedar embarazada sin desearlo es contárselo a alguien, y lo más lógico es que lo cuente en el entorno más inmediato, que es el familiar, con la esperanza de que la ayuden.
Pero si ya de por ley se dice que no existe esa necesidad, pues esa niña inducida por terceras personas, llegará al aborto sin haber compartido su situación. Y repito que con 16 años, si no se tiene madurez para conducir, beber, fumar o votar, tampoco se debe tener para algo tan trascendente en su vida como abortar.
«Claro que no queremos que nadie vaya a la cárcel»
Tanto la ministra Bibiana Aído como el propio José Luis Rodríguez Zapatero han utilizado mucho la frase «ninguna mujer irá a la cárcel» para justificar la ley. ¿Realmente iba alguna ahora?
No, no iban, ni nadie quiere que vayan. Eso es lo que decía la ley. Si se cumpliera, de hecho se ha estado cumpliendo en este aspecto, ninguna mujer ha ido a la cárcel. La ley está diseñada para eso. Dice que el aborto es un delito que está despenalizado en determinados supuestos. Lo que habría que hacer es cumplir esa ley y luego ver si podemos llegar a más.
Parece que no tiene otro argumento para defender su ley.
¿No es un argumento muy pobre para defender un cambio tan drástico?
Sí, es un argumento muy «light». Los que no queremos el aborto, no queremos tampoco que si una mujer aborta vaya a la cárcel, eso no lo quiere nadie, porque el aborto es un mal. Nosotros lo que estamos pensando es en el bien de la criatura.
¿Habrá más abortos con la nueva ley?
Es evidente. Una ley de plazos hará que muchas chicas, se supone que libremente, o condicionadas por sus circunstancias, vayan al aborto. Y si ni siquiera tienen que consultarlo con su entorno familiar, menos se lo pensarán. Tal y como están planteadas las conclusiones, la nueva ley no sólo no corrige los defectos de la anterior, sino que facilita mucho más el aborto.
«Un aborto menos ya nos basta»
Un auténtico efecto bola de nieve es lo que han logrado estos científicos en apenas un mes. Se decidieron a hacer algo cuando vieron la propuesta de los expertos del Gobierno para reformar la ley del aborto.
Entonces eran pocos, un grupo de amigos «no inscritos en ningún partido político, ni en ningún movimiento religioso», sino personas «independientes» que compartían su «preocupación» por correo electrónico.
Ahora, gracias al boca a boca, son 2.000 y, algunos, han dejado el anonimato de sus cátedras para dar la cara ante los medios.
¿Merecerá la pena el esfuerzo?
Si consiguiéramos sensibilizar un poco a los políticos, por supuesto; pero sobre todo, si conseguimos que una sola mujer se lo plantee y haya un aborto menos, nos sentiremos muy contentos.
«Desde la concepción ya está dicho todo sobre la persona que nacerá»
¿Qué le movió a poner en marcha el manifiesto?
Cuando vi la propuesta pensé en hacer algo por estos pequeños, desde mi perspectiva y desde mi conocimiento en el área de la genética que a mí me deja perfectamente claro que la vida comienza desde el momento de la concepción donde ya está dicho todo, si va a ser niño, niña.
Sólo se necesita tiempo para que se desarrolle. Ninguna etapa es más significativa de la vida humana que la anterior. La vida es un continuo, que tiene un comienzo, que es la fecundación y un final que es la muerte.
«Las heroínas son las mujeres que, pese a todo, no abortan»
Acabar con un embarazo no deseado ¿es la opción fácil?
El aborto es el extremo al que se llega, en un porcentaje elevadísimo de casos, porque a la mujer no se le informa correctamente y no se le ofrece el apoyo que necesita para seguir con un embarazo no deseado. De hecho, cuando esto se produce y la mujer recibe información y se le ofrecen alternativas, deciden continuar adelante, con toda la valentía que supone por las circunstancias que rodean a un embarazo no deseado: edad, situación económica, falta de apoyo. Son heroínas.
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