Algunos estudiantes universitarios preguntan. Los de Monterols parecen verdaderos periodistas
ElPeriodico.com
En este país y salvo muy honrosas excepciones como decían los notarios antiguos y también los farmacéuticos, acudir a algún encuentro con estudiantes universitarios es una experiencia triste, traumatizante. Nadie pregunta nada. Y mucho menos los que estudian periodismo, que es o debería ser profesión de impertinentes preguntadores.
La primera vez que hablas ante un grupo de universitarios, al acabar decides que nunca más volverás a repetir tan deplorable experiencia. Luego, antes de abandonar la facultad o el centro universitario que te ha invitado a hablar, algún profesor experto en esos silencios, como Joaquim Roglan, sonríe y te dice en voz baja que a los estudiantes les ha interesado mucho lo que acabas de contarles, pero que estos nunca preguntan nada.
En el Colegio Mayor Universitario Monterols, que dirige con acierto Jordi Pujol Soler, ojo con el segundo apellido, sucede todo lo contrario. Te invitan a hablar, por ejemplo, de periodismo y cuando te das cuenta son las 11.30 o 12 de la noche y aún les quedan preguntas a unos universitarios que parecen y son universitarios, es decir, individuos que están interesados en todo. Incluso en la manipulación periodística a través de las fotografías de caza mayor. Marc Teixidor, uno de esos universitarios, incluso me preguntó por algunas de las cosas de mi querida y ya definitivamente rubia Pilar Rahola.
El jueves por la noche algo parecido decían en aquella película del gordo Hitchcock volví a Monterols. Y si hablo aquí del cine es porque entonces, cuando El séptimo sello, los golpes de Truffaut, todo aquello, en Monterols existió el mejor cine-club vanguardista de Barcelona. Y si no que se lo pregunten a José María Caparrós Lera, porque José Luis Guarner, lamentablemente, ya no está entre nosotros.
El jueves por la noche volví a Monterols con Agustí Carbonell, Xavier Jubierre y Pedro Madueño. Y los tres fotoperiodistas, además de triunfar, comprobaron que algunos estudiantes universitarios preguntan. O sea, que los de Monterols parecen verdaderos periodistas.