ForumLibertas.com
El filósofo José Ortega y Gasset nos clavó a los periodistas una buena puya cuando afirmó que cuanto más importante es un hecho menos hablan de él los periódicos. Tenía mucha razón. Lo afirmado muchas décadas atrás por este pensador sobre la prensa escrita se amplificaría hoy día aún con mayor razón a los medios audiovisuales, incluidos los considerados programas 'serios'. No digamos si se remontara a la bazofia de una gran parte de la programación.
Incluso cuando informan correctamente, con demasiada frecuencia lo que traslucen los medios de comunicación se limita a la espuma, lo superficial, sin descubrir las corrientes de fondo o alcanzar lo verdaderamente importante. Esto se da de forma muy especial en la información religiosa. Muchos de los supuestos expertos en estos temas 'saben cosas' de la religión, o del clero, o del Vaticano, pero realmente no las 'entienden' y para valorarlas casi siempre aplican parámetros erróneos, la mayor parte de las veces de carácter político.
En tal tesitura no es extraño que una noticia de gran calado producida el pasado mes de enero no hubiera merecido atención alguna de la prensa española. A lo más, los periódicos le dedicaron un breve y ninguna televisión lo mentó. Por supuesto, tampoco entró en la agenda de la enorme pléyade de tertulianos radiofónicos o televisivos.
Tal noticia era la decisión de la Santa de Sede de que las leyes italianas no se aplicaran al territorio vaticano. De entrada parece una nimiedad teniendo en cuenta la dimensión física y el censo de población de dicho estado vaticano. Pero el fondo de la decisión decía al mundo que la Iglesia, incluidos sus pocos súbditos desde la óptica no espiritual sino ciudadana, no podía aceptar en su territorio y para los suyos unas leyes basadas en un positivismo jurídico que subroga a las cambiantes mayorías políticas y a los criterios del momento aspectos tan sustanciales como el derecho a la vida o la esencia de la familia. Las leyes italianas no dan hoy garantías en estos campos básicos, como tampoco lo darían aún menos las españolas o las de bastantes países.
Desde Mussolini hasta la República
Las leyes italianas del ámbito que podría considerarse 'civil' regían en el Estado Vaticano desde que en 1929 se firmó el Tratado de Letrán, gobernando Mussolini. Los acuerdos pusieron fin a la cuestión italiana y a seis décadas de distanciamiento y hostilidad absoluta entre la Iglesia y el Estado italiano.
La relación de la Iglesia con el fascismo no fue maravillosa. Aunque matizado en su aplicación y su influjo social por la impronta cristiana que persistía con fuerza en la mayoría de la población italiana y por un temperamento latino que desdramatiza hasta lo más serio, el fascismo no dejaba de ser una ideología totalitaria y atea, el eje central de la cual era el Estado y su poder, por encima del valor y la dignidad de la persona. En la Encíclica 'Non abbiamo bissogno' (No tenemos necesidad) el Papa Pío XI criticó a fondo el fascismo (1931).
Pero en los ámbitos sobre los cuales la Iglesia de manera habitual toma posición porque afectan directamente a la dignidad de persona y no entran en lo opinable, como el concepto de familia, la inviolabilidad de la vida y otros, no había especial problema. La Ley Natural era en conjunto respetada.
Del mismo modo siguió bastantes años tras la Segunda Guerra Mundial, con la caída del fascismo, de la Monarquía, el advenimiento de la República en 1946 y la vida democrática posterior.
Del 'piccolo divorzio' a la plaga
Con los años las cosas irían cambiando. Se empezaría con aquello del 'piccolo divorzio'. Recurriendo en hábil campaña a los sentimientos humanitarios de la población lo presentaron como limitado a casos muy extremos, 'casi pietosi' le llamaban, situaciones dramáticas que requerían una solución inaplazable. Con los años el divorcio en Italia se fue haciendo menos 'piccolo' y hoy, al igual que en otros países, es ya una plaga.
Con el aborto se siguió un proceso similar y el deterioro legal en estos campos ha ido en ascenso. En las últimas semanas, ciertamente con posterioridad a la decisión vaticana sobre las leyes, ahí está en caso Eluana utilizado como punta de lanza para abrir la vía de la legalización de la eutanasia.
Así está la legislación y ahí la reacción vaticana. La mayoría de periodistas no se enteraron de lo que representaba la decisión. O, si lo hicieron, lo silenciaron. Bastantes pueden llenar portadas de telediarios, páginas y más páginas de periódicos sobre el caso del obispo ex lefebriano Williamson que negó el Holocausto ciertamente equivocado y sin que reflejara ni la posición del conjunto la Iglesia ni la personal del Papa, destinan espacios destacados a cualquier supuesta divergencia entre unos obispos o cardenales, o a la crítica de un sacerdote a la Jerarquía, pero lo que forma parte del verdadero fundamento del edificio, lo gordo, ni enterarse.
Siempre recuerdo un comentario de un periodista norteamericano que leí hace años. Decía que con la mentalidad del periodista actual, de haber vivido en la época de Cristo e ido a Palestina para informar se hubiera afanado por conseguir alguna entrevista con Salomé para que le desvelara algo más sobre el degüello de Juan el Bautista, o con otro personaje más o menos curioso, pero ni se hubiera enterado de que Jesucristo se había encarnado y redimido a la Humanidad. Quizás conseguía alguna exclusiva sobre un aspecto anecdótico, pero hubiera perdido la noticia más importante de la historia de la humanidad.
Introducción a la serie sobre “Perdón, la reconciliación y la Justicia Restaurativa” |
San Josemaría, maestro de perdón (1ª parte) |
Aprender a perdonar |
Verdad y libertad |
El Magisterio Pontificio sobre el Rosario y la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae |
El marco moral y el sentido del amor humano |
¿Qué es la Justicia Restaurativa? |
“Combate, cercanía, misión” (6): «Más grande que tu corazón»: Contrición y reconciliación |
Combate, cercanía, misión (5): «No te soltaré hasta que me bendigas»: la oración contemplativa |
Combate, cercanía, misión (4) «No entristezcáis al Espíritu Santo» La tibieza |
Combate, cercanía, misión (3): Todo es nuestro y todo es de Dios |
Combate, cercanía, misión (2): «Se hace camino al andar» |
Combate, cercanía, misión I: «Elige la Vida» |
La intervención estatal, la regulación económica y el poder de policía II |
La intervención estatal, la regulación económica y el poder de policía I |