Vio que el objeto de la fe es en sí mismo un acontecimiento
ABC
Una fe que no se haga cultura decía Juan Pablo II es una fe truncada: débilmente vivida, insuficientemente pensada, no cabalmente operativa. Ciertamente, la fe no es cultura; no se agota en ofrecer costumbres y valoraciones en una época determinada. El cristianismo es algo más hondo, permanente y personal. Pero, justo por ello, incluye en sí una decisiva potencialidad cultural, que se ha plasmado de maneras muy ricas y diversas a lo largo de la historia. Reducir la religión católica a su dimensión devocional y privada, por temor a enfrentarse con formas de pensamiento ajenas a ella, equivale a convertirla en una caricatura de sí misma.
Don Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación, se encuentra en las antípodas de tales reduccionismos empobrecedores. Al acercarse el 22 de febrero, cuarto aniversario de su fallecimiento, recordamos el núcleo de su mensaje que se ha hecho vida en multitud de personas. Giussani vio que el objeto de la fe es en sí mismo un acontecimiento, es el don radical del mismo Cristo, Dios hecho hombre, que nos ha salido al encuentro y está muy cerca, en nosotros mismos.
Cristo no trae una nueva cultura. Trae la salvación. Mas, al hacerlo, salva la razón y la entera cultura. Recordaba Giussani que católico quiere decir «según la totalidad». No hay, por tanto, algo que quede fuera de ese impulso vivificador que los cristianos reciben del Salvador. Lo cual, a su vez, no tiene nada que ver con el confesionalismo cerrado o el clericalismo rancio. Todo lo contrario: Cristo, como inspiración de la existencia, es Liberación. Y la apertura liberadora conduce a la Comunión.
Fecundo escritor, sus libros han encontrado eco en universidades y otros ambientes no siempre propicios a la recepción del mensaje cristiano. Muchos jóvenes, y otros que no lo son tanto, han aprendido de él que, en el terreno de la cultura, la presencia es más fecunda que la utopía, y que no es necesario ser conservador para no encogerse ante fáciles proclamas de progresismo. Giussani ha enseñado con su ejemplo que el diálogo lejos de ser un método o una estrategia constituye un estilo de vida.
Alejandro Llano. Catedrático en la Universidad de Navarra