Como si la religión limitara al hombre y le amargara la existencia
El Mundo - Castellón
La campaña en favor del ateísmo que en España se ha iniciado en Barcelona con el cartel Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida y que pretende extenderse a otras ciudades españolas incluida Castellón, se llevó a cabo el año pasado en Londres. De originales, nada.
Es una campaña irrespetuosa, pero nuestra cultura light carece de argumentos y cede con facilidad ante los beligerantes. Otro eslogan ateo podría ser respetuoso, pero éste no lo es, por la concepción negativa de la religión que transmite.
¿A qué Dios se refiere? ¿Al de los musulmanes? ¿Al de los católicos? ¿Al de quien no tiene ninguna fe pero está convencido de la existencia de Dios, puesto que es una convicción a la que se puede llegar por la sola razón, sin fe? Lo asombroso de esta polémica es que no se diga con claridad que es irrespetuoso, y que debería retirarse, además de no autorizar esta campaña en otras ciudades.
Es irrespetuoso porque en todos los elencos de derechos humanos, en la Constitución española, se reconocen los derechos religiosos, recogiendo explícitamente que es una realidad noble y libre.
Admitir la dimensión religiosa del hombre es admitir que se acepte la existencia de un Ser Superior, llámese Dios o de otro modo, que afecta al hombre, y con el que puede existir una relación. Nunca se ha concebido de un modo negativo esa dimensión, pero la Unión de Ateos y Librepensadores (UAL) le da una connotación opresora, como si la religión limitara al hombre y le amargara la existencia.
Lenin decidió ser ateo a los 17 años, porque su hermano murió, siendo muy joven, y no aceptó que Dios no lo evitara. Voltaire, figura de la Ilustración y defensor del ateísmo, solicitó poco antes de morir que un sacerdote le ayudara a volver a Dios. Y Gramsci, y
El ateísmo es una carencia; la religión es mucho más atractiva: parte de la sencillez, requiere un poco de humildad y una dosis de rigor.
Esta campaña beligerante se nutre de muchos ingenuos. Ni es moderna ni es señal de madurez. Sobre todo va contra la Iglesia Católica, como reconoce en su web la UAL, pues la culpa de ser la causante de todos los desastres y subdesarrollos del ser humano y responsable de los peores desmanes de la Historia. Yo soy libre y pienso, y soy religioso y feliz. El ateísmo limita y empobrece. Me apenaría que Castellón se sumara a las ciudades acomplejadas e irrespetuosas.